La UNLP reveló que el 40% de los pozos de la región no proporcionan agua potable
Un equipo de trabajo reportó que una importante cantidad de las muestras tomadas provenientes de zonas sin acceso a red resultaron no aptas para consumo humano.
El Taller de Aguas, un proyecto de extensión universitaria de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), presentó un relevamiento exhaustivo sobre la calidad del agua en la región del gran La Plata. Este estudio, realizado entre 2022 y 2023, abarcó tanto el agua de red como la de pozos en zonas urbanas y periurbanas de La Plata y sus alrededores. Los resultados indican que el 40% de las muestras de agua de pozos no son aptas para consumo humano debido a niveles elevados de nitratos y/o contaminación microbiológica.
El informe subraya que todas las muestras de agua de red, incluyendo las provistas por cooperativas regionales, cumplen con los estándares de potabilidad. Sin embargo, en las zonas donde el agua de red no llega directamente a los hogares, las conexiones precarias mediante mangueras o tanques defectuosos incrementan el riesgo de contaminación.
El acceso a agua potable es un desafío mundial, como lo establece la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sustentable de la ONU, y la región del gran La Plata no es la excepción. Muchas áreas periféricas dependen de conexiones improvisadas o de pozos comunitarios y domiciliarios. Estos sistemas, frecuentemente mal construidos o ubicados cerca de fuentes contaminantes como pozos ciegos y estiércol, presentan un riesgo significativo para la salud pública.
Particularmente preocupante es la situación en la región hortícola de La Plata, donde el agua de los pozos, a menudo de baja calidad, es utilizada para el riego y lavado de verduras, exponiendo a las familias productoras y a los consumidores a posibles contaminaciones.
Cabe mencionar que El Taller de Aguas, integrado por estudiantes, docentes, investigadores y vecinos, trabaja desde 1989 para garantizar el acceso a agua de calidad. Bajo la dirección de la Tecnóloga Virginia Vetere, el equipo analiza cada año cientos de muestras en el laboratorio del Programa Ambiental de Extensión Universitaria (PAEU) de la Facultad de Ciencias Exactas, evaluando su cumplimiento con el Código Alimentario Argentino (CAA).