ADOLFO PÉREZ ESQUIVEL
“La vacuna debe ser un bien para la humanidad y no una especulación financiera”
El premio Nobel de la Paz habló en exclusiva con diario Hoy sobre la necesidad de una vacuna universal y gratuita contra el coronavirus, en un contexto mundial signado por la desigualdad.
La vacuna contra el coronavirus debe ser un bien para la humanidad” sostuvo en diálogo exclusivo con diario Hoy el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, quien encabeza la campaña por una vacuna universal y gratuita contra el coronavirus.
El reclamo global no solo es impulsado por Pérez Esquivel, que además preside el Servicio de Paz y Justicia (Serpaj), sino también por el médico pediatra Norberto Liwski, exvicepresidente del Comité de Derechos del Niño de Naciones Unidas e integrante del Comité para la Defensa de la Salud, la Ética y los Derechos Humanos (Codesedh); y organizaciones sociales y civiles. Días atrás se sumó a la campaña el Observatorio de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (NNyA) de la Defensoría del Pueblo bonaerense.
“Hay gente que dice que no es necesaria la vacuna, que es como la gripe. Pero hay una situación mundial que ha provocado muchas muertes, es necesaria una vacuna para superar esto. Debe ser un bien para la humanidad y no una especulación financiera, en donde a todo se le pone precio y valor, a nada”, subrayó Pérez Esquivel.
En la misma línea, el referente no dudó en afirmar que “las investigaciones en torno a la vacuna se pueden financiar con la voluntad política”; y reveló que recientemente extendió la convocatoria a la organización que nuclea a los premio Nobel de la Paz, para que consideren sumarse a la campaña.
“Creo que es posible si los pueblos, las Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud trabajan en esa dirección y no se dejan dominar por la industria farmacéutica y los intereses políticos y económicos”, enfatizó.
La gratuidad y universalidad de la vacuna debe darse “a escala mundial y no para los países con recursos económicos”, señaló. Y añadió: “Acá llegan noticias de Europa y Estados Unidos, muy poco de América Latina y nada de África y Asia, a excepción de China. No sabemos qué está pasando con los pueblos africanos que están sometidos a la pobreza y al hambre. Son los pueblos más vulnerables”.
En caso argentino
Consultado acerca de la actuación del Gobierno argentino frente a la pandemia, Pérez Esquivel manifestó su acuerdo: “Lo dijo muy bien el Presidente: primero hay que salvar vidas. La situación económica se puede resolver, pero una vida no. Hay que apuntar a eso, a salvar vidas. Y también a encontrar las condiciones sanitarias adecuadas, y la Argentina logró retrasar el estallido del coronavirus”.
Sin embargo, reconoció, que “acá hubo hechos realmente preocupantes, como cuando el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no puso agua en el Barrio 31 y se murió Ramona, una dirigente que reclamaba agua. ¿Cómo se pueden proteger sin higiene? Es lo mínimo”.
“Es bueno que los medios de comunicación traten de generar esta conciencia”, dijo sobre la universalidad y gratuidad de la vacuna, y concluyó: “Únicamente se puede lograr cuando los pueblos se ponen de pie y dicen esto no”.
El caso de la vacuna contra la poliomielitis
Adolfo Pérez Esquivel comparó el caso de la vacuna contra el coronavirus con la vacuna contra la poliomielitis. Según señala el petitorio por la vacuna universal y gratuita, “El 12 de abril de 1955 la humanidad recibió la mejor noticia del Dr. Jonas Salk, se daban por concluidos los estudios preliminares, dando por aprobada y declarada efectiva y segura a la vacuna. Fue entonces el descubrimiento medico más grande de la historia”.
La renuncia a la patente de comercialización facilitó la elaboración y distribución del descubrimiento, como también lo haría años más tarde el Dr. Albert Sabin, quien desarrolló una vacuna por vía oral que comenzó a utilizarse en 1957, y quien también renunció a sus derechos de patente con el fin de facilitar su difusión mundial.