Las Abuelas de Plaza de Mayo encontraron al nieto número 131

Se trata del hijo de una pareja mendocina secuestrada a mediados de 1976.

Con un mensaje en sus redes sociales y montadas en la ola de ilusión que generó la Scaloneta, el deseo de las Abuelas de Plaza de Mayo de reunir familias separadas por la última dictadura continúa. Hoy se anunció el hallazgo del nieto número 131.

Los detalles sobre el nieto recuperado número 131 fueron revelados a las 18 hs. en la Casa por la Identidad, en el Espacio Memoria y Derechos Humanos, según informaron las abuelas desde su página web.

"Como si el fin de año se hubiera empeñado en cumplir deseos, luego de casi tres años, volvemos a celebrar el hallazgo de un nuevo nieto, el 131. Otra vez confirmamos que los casi 300 hombres y mujeres que viven con su identidad falseada están entre nosotros, y nos volvemos a ilusionar con un 2023 con más restituciones", así festejaron el logro de recuperar una nueva identidad.

Con 45 años de búsqueda, hoy las Abuelas presentaron al hijo de Lucía Ángela Nadin y Aldo Hugo Quevedo, una pareja mendocina.

Lucía nación en la ciudad de Mendoza en diciembre de 1947, Aldo en la localidad de San Carlos de la misma provincia, en noviembre del '41.

La pareja se formó en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Cuyo, Ella fue profesora de francés, latín y griego; juntos trabajaron en un taller de encuadernación en Mendoza y militaron en el PRT-ERP.

Cuando un compañero de trabajo, Nicolás Zárate, fue detenido en mayo del '76, ambos decidieron trasladarse a Buenos Aires junto a Beatriz Corsino, compañera de Nicolás. Entre septiembre y octubre los tres fueron secuestrados, en ese momento Lucia llevaba un embarazo de dos o tres meses.

La pareja permaneció detenida en los centros "Club Atlético" y "El Banco". Se supo por testimonio de sobrevivientes que Lucía fue trasladada desde "El Banco" para dar a luz entre marzo y abril del '78. Hay sospechas de que el parto podría haberse producido en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).

Desde ese momento no hubo más información sobre la pareja ni del bebé.

La familia de Lucía no sabía nada sobre e embarazo, obtuvieron esa información gracias a las personas que estuvieron junto a la pareja antes de que sean secuestrados. Realizaron la denuncia en el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH) de Mendoza, en la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CoNaDI). Este último organismo fue quien a partir de la investigación constató en junio del 2004 que Lucía estaba embarazada.

La familia Nadín dejó muestras de material genético en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) un año después. En marzo del 2010 la CoNaDI dio con el hermano de Aldo, agregando otro perfil al Banco.

Un trabajo en conjunto de Abuelas y la CoNaDI logró identificar a un hombre que sospechaban podía ser el hijo de la pareja mendocina. El intentó por contactarlo no dio resultado y la información del caso fue derivada en 2019 a la Unidad especializada para casos de apropiación de niños durante el terrorismo de Estado.

El hombre pudo ser localizado el 14 de septiembre de este año y fue invitado a realizarse los análisis pertinentes, los cuales aceptó.

Ayer, el BNDG comunicó la feliz noticia: es el hijo de Lucía y Aldo.

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