Las pastillas que consumen los jóvenes y sus efectos devastadores

Da escalofríos como Aldous Huxley en 1931, describió a la sociedad actual y sus formas de consumo. Lo que se escribió como ciencia ficción y era metáfora exagerada de los alcances del capitalismo y el consumo desenfrenado, se transforma en una crónica luego de la tragedia de la fiesta electrónica Time Warp, que dejó al desnudo los peligros de las drogas de diseño, o laboratorio.

En el mundo feliz de Huxley, los personajes ingerian "soma", una droga que tomaban para tranquilizarse, olvidar los problemas y evadirse de la realidad cuando lo necesitaban. Esa normalización de la conducta era propiciada artificialmente con esta pastilla que silenciosamente deja a quien la consume sin libertad.

Pareciera que la construcción artificial de experiencias, sensaciones y deseos hace tiempo han dejado de ser patrimonio de la imaginación y la literatura y ya hace un tiempo son parte de una realidad social que viven principalmente los jóvenes.

¿cuáles son los daños que generan las pastillas que se consumen?

Para comenzar, la especialista Geraldine Peronace explicó que resulta importante desmitificar la asociación casi exclusiva entre las drogas de diseño y las fiestas electrónicas, ya que estas sustancias pueden encontrarse en cualquier tipo de ambiente, sin importar el ritmo ni el nivel social.

"Las drogas de diseño arrancaron en el mundo de la música electrónica, cuando era un grupo muy selecto, como máximo 200 personas. A medida que se fue instalando más y más la moda, el marketing y la propaganda, fue copando el mercado. Hoy, hay desde reggae hasta cumbia electrónica. Todas las vertientes musicales se vieron afectadas y este fenómeno tiene que ver con la globalización".

Por otro lado, Peronace relató que gran parte de la comunicación entre los usuarios de las drogas se lleva a cabo mediante internet; especialmente, en foros cerrados, en los que se especifica cuáles son las pastillas que pueden conseguirse en el mercado.

"Hoy todo cambió. Desde la manera de informarse hasta el camino entre el dealer y el solicitante. En muchos casos, alguien compra en grandes cantidades y luego las distribuye con su grupo".

"Las pastillas que están vigentes en el mercado, según una investigación personal, son la Gold blanca, trébol verde, Versace violeta, Heineken verde, Cuatro corazones, Whatsapp, Superman –en sus versiones verde agua, amarilla y violeta-, Euro rosa, Hello Kitty, Dodge blanca, Minion rosa, Batman negra y Armani gris".

"Con los años de experiencia en vivo e información de los foros de usuario pude reconocer que hay palabras o frases claves, como 'que pegue una linda patada', 'subir, subir y subir', 'que la sonrisa quede tatuada','"felicidad plena' y 'volar con el otro'".

Además, resaltó que los jóvenes de esta generación buscan "fundamentalmente estar en un estado de euforia vitalista", "muy arriba emocionalmente".

Sin embargo, explicó que hay una carencia afectiva-social detrás del consumo: "Quieren empatizar con el otro. Tener ese sentimiento de afecto y comprensión, es un medio para poder sociabilizar con un otro de una manera más fácil".

También destacó que existe una búsqueda de "desinhibición sexual", pero que esta es falsa, ya que "si bien aumenta la sensualidad, no aumenta la sexualidad, porque el rendimiento sexual va a ser pobre o nulo".
Los peligros detrás de la falsa alegría

Peronace explicó que, a diferencia de otras partes del mundo, en Argentina no existía una conciencia del alto nivel de peligrosidad de estas drogas y que "hubo que lamentar una tragedia" para tomar conciencia. Y agregó: "Los efectos devastadores pueden apreciarse tanto a nivel psicológico, como orgánico".

"El mayor riesgo radica en el grado de toxicidad, ya que pueden ser letales. Además, afectan todo el aparato cardiovascular, produciendo arritmias, aumenta la presión y hasta puede generar accidentes cerebro vasculares".

"Hay un montón de personas, sobre todo los jóvenes, que tienen aneurismas y con el uso de estas sustancias o los inhalantes pueden romperse y provocar un ACV. También producen daños pulmonares y renales".

Finalmente, desde su experiencia con jóvenes consumidores y estudios científicos, detalló que el deterioro que producen en el cerebro es irreversible.

"Generan tanto trastornos psicológicos, como psiquiátricos. Que puede ser desde una psicosis tóxica o dejar a la persona lesionada para siempre. Una persona que queda psicotizada, si bien puede tener un tratamiento farmacológico, nunca vuelve a ser quien era".

Noticias Relacionadas