Llegó a la Tierra una sonda de la NASA con muestras de un asteroide
En diciembre de 2018 llegó al asteroide, orbitó sobre él y, en diciembre de 2020, tomó las ansiadas muestras.
En 2020, OSIRIS-REx se convirtió en la primera sonda de la NASA en aterrizar en un asteroide. Llevaba dos años estudiando desde la distancia el asteroide Bennu, un candidato maravilloso para su investigación, pues se formó durante el nacimiento de nuestro sistema solar. Sin duda, las imágenes tomadas mientras la sonda orbitaba al asteroide podrían aportar mucha información, pero también era esencial recoger muestras de su superficie para que puedan estudiarse en la Tierra. Esto se logró finalmente en 2020, tras su aterrizaje. Sin embargo, han sido necesarios tres años más para que aquellas muestras lleguen a la Tierra. Por fin, la cápsula que las contiene ha aterrizado hoy, sana y salva, sobre un desierto de Utah.
El aterrizaje no ha sido sencillo. Como ya anticipaba la NASA en su página web, OSIRIS-REx ha emprendido un rápido descenso hasta situarse a 102.000 kilómetros de la superficie terrestre. En ese punto, ha liberado la cápsula con 250 gramos de material extraído de Bennu, pero la sonda no ha aterrizado con ella. De hecho, este ha sido el punto de partida para su reciclaje en una nueva misión, pues 20 minutos después de la liberación de la cápsula se han activado los propulsores que han llevado la sonda hasta el asteroide Apophis. Empieza así la misión OSIRIS-APEX.
En cuanto a la cápsula, al atravesar rápidamente la atmósfera terrestre, se han envuelto en una bola de fuego. Pero esto es algo que ya estaba previsto, por lo que un escudo térmico se ha encargado de proteger su contenido de las altas temperaturas. Ya solo quedaba despegar los paracaídas que han llevado hasta su destino, a una velocidad de 18 kilómetros por hora, la que muchos califican ya como una cápsula del tiempo. Y no es para menos; pues, gracias a OSIRIS-REx, ahora podemos saber mucho más sobre los primeros días de nuestro sistema planetario.