CIENCIA

Marcha atrás con el descubrimiento del planeta con tres soles

Los investigadores a cargo de este hallazgo llevado a cabo en 2016 reconocieron que cometieron un error tras un nuevo estudio que confirmó que se trataba de una estrella.

A mediados de 2016, un grupo de astrónomos se convirtió en noticia luego de que hicieran público el hecho de que habían descubierto un planeta con tres soles. En esa investigación, los expertos habían detallado que el planeta era un enorme mundo gaseoso, siendo cuatro veces más grande que Júpiter. A su vez, tenía una edad de 16 millones de años y se encontraba a 320 años luz de la Tierra, más precisamente en la constelación de Centauro. En lo que respecta a los soles, detallaron que el mayor de ellos era la estrella en la cual el planeta orbitaba, mientras que los otros dos estaban anclados gravitacionalmente el uno con el otro. Tal fue el impacto de la noticia y lo histórico del suceso que el estudio fue publicado en su momento en la famosa revista Science.

A pesar de todo esto, en la jornada pasada el equipo a cargo de este hallazgo debió dar marcha atrás y salir a aclarar que finalmente ese planeta no existe y que cometieron un error en el estudio. “Fue un auténtico mazazo. Cuando sacamos nuestro estudio estábamos muy seguros. El espectro, el brillo y el movimiento del objeto lo hacían parecer totalmente un planeta en un sistema solar triple. Y calculamos que la posibilidad de que fuera un falso positivo era muy baja”, destacaron en un comunicado.

En el nuevo estudio se confirmó que el supuesto planeta en realidad no era más que una estrella que se encontraba aun más lejos de los tres soles. “En nuestras primeras observaciones el objeto parecía muy alineado con el movimiento de su estrella, era muy consistente con un planeta. Pero cuando pasó el tiempo y observamos más, vimos que ese movimiento era más coherente con el de una estrella que se movía bastante rápido y estaba alineada con la del astro principal. Ahora pensamos que se trata de una estrella gigante roja, probablemente en combinación con un disco a su alrededor que la hace incluso más brillante en luz infrarroja”, concluyeron los especialistas.

Nueva teoría sobre las dos caras de la Luna

Con el objetivo de entender las diferencias entre las dos caras de la Luna, un equipo de trabajo llevó a cabo una investigación en la que afirman que la parte oculta del satélite está compuesta por cráteres y montañas por un impacto enorme que sucedió hace millones de años.

En el documento publicado, estiman que la colisión formó la cuenca del Polo Sur-Aitken de la Luna y esto a su vez generó una columna de calor que logró propagarse en su interior. “Sabemos que grandes impactos como el que formó la cuenca Aitken generarían mucho calor. Lo que mostramos es que bajo cualquier condición plausible en el momento en que se formó la cuenca Aitken, terminan concentrando estos elementos productores de calor en el lado visible. Nuestra teoría es que este hecho contribuyó al derretimiento del manto que produjo los flujos de lava que podemos observar hoy en la superficie”, remarcó el líder del estudio, Matt Jones.

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