Cultura

Nicolás Colombo y los misterios de Tolosa

Es uno de los investigadores que más ahondaron en los mitos de nuestra región. Acaba de publicar un nuevo libro: Tolosa, 150 años de historias y leyendas.

Tolosa está próxima a cumplir 150 años. Nicolás Colombo, detective de los enigmas de nuestra ciudad, es vecino de ese barrio, y para contribuir a los festejos ha publicado un libro, en el que indaga en los misterios de la zona, documentándose en material encontrado en bibliotecas, hemerotecas y archivos. Dice el autor: “Di con documentación de la época fundacional de Tolosa, planos antiguos de cuando se expropiaron estas tierras para fundar La Plata y muchas publicaciones de diarios de la época. Al comenzar la pandemia todas las bibliotecas y archivos cerraron, así que la recopilación quedó suspendida por un tiempo. Por suerte, gracias a la ayuda de vecinos que me acercaron algunos datos faltantes, pude concluir las historias de clubes, colegios y otras instituciones del barrio”.

—¿Hay alguna curiosidad alrededor de la fundación de Tolosa?

—La curiosidad es que pasaron 150 años, y aún no se sabe a ciencia cierta cuándo se fundó Tolosa. El aniversario comenzó a celebrarse en 1921, cuando cumplió 50 años. Por ese entonces se eligió el 7 de julio, ya que se sostenía por tradición oral que Martín Iraola había elegido el día de San Fermín, por ser descendiente de vascos. Sin embargo, no existe un acta fundacional ni documentación similar que sostenga esta fecha. Llegado el centenario en 1971, volvió el mismo debate. El intendente de La Plata le encargó al investigador José María Prado que indagara al respecto, y se llegó a la conclusión que el único documento útil para designar la fecha de fundación de Tolosa era la aprobación de su trazado, fechada el 20 de diciembre de 1871.

—¿Cuál es el mito urbano más difundido sobre Tolosa?

—El de la “bruja tolosana” es el que tiene más arraigo en el barrio, y data de la fundación de La Plata. Se dice que el día que Dardo Rocha llegó a colocar la piedra fundamental de la nueva capital, un grupo de gente enviada por el presidente Roca concurrió a sabotear ese acto. Luego de que varias cosas salieran mal (robo de focos de luz, un asado que se echó a perder, falta de agua y trenes saliendo con retraso), esta gente fue a visitar a una bruja que vivía en la zona de Tolosa, y regresaron con ella a la actual Plaza Moreno. Allí profanaron el contenido de la cripta donde estaba la piedra fundamental de La Plata y recitaron una oración para maldecir a la naciente ciudad y a su fundador. Luego de esto, no prosperó el plan de Dardo Rocha por alcanzar la presidencia y tampoco tuvieron éxito los gobernadores que lo sucedieron en el cargo.

El secreto del antiguo cementerio

El último libro de Colombo recopila la historia de la célebre localidad platense, haciendo hincapié en sus lugares más emblemáticos y en varias historias que vale la pena rescatar del olvido.

—¿Cuál es el mito más desconocido de Tolosa?

—Aún hay vecinos que recuerdan el caso de “El Dientudo”, un criminal que anduvo cometiendo de las suyas por Tolosa a mediados de la década de 1950. Aprovechando su gran dentadura, asustaba a los vecinos que caminaban de noche por las calles tolosanas y, ayudado por un perro, se hacía de las pertenencias de aquellos transeúntes distraídos a quienes asaltaba. Al igual que lo ocurrido tiempo atrás en La Plata con el “hombre chancho” o el “asaltante de la bufanda”, la Policía hizo varias detenciones, aunque sin llegar a capturarlo; incluso se investigó a quienes festejaban el Carnaval con disfraces de caras monstruosas, creyéndose que este asaltante podía estar usando una caracterización para evitar ser reconocido y capturado.

—Contanos algún misterio referido al cementerio de Tolosa.

—El mayor misterio es que haya gente viviendo sobre un antiguo cementerio, del cual todavía quedan restos bajo las casas. Cuando comencé a investigar sobre Tolosa, concurrí a ese barrio y varios vecinos me dieron su testimonio sobre el hallazgo de huesos humanos, joyas de difuntos, restos de ataúdes y hasta candelabros y llaves de bóvedas. Pude encontrar planos antiguos donde se indicaba su ubicación, y hasta una foto de las bóvedas que quedaban en pie a los pocos años de su clausura. Si bien el misterio más conocido es aquel sobre el hallazgo de una momia, varios vecinos me contaron otro muy llamativo: cuando se construyó el Club Sudamérica en calle 528 entre 4 y 5, se habría usado tierra del cementerio para rellenar la cancha de básquet; incluso los portones de acceso al club habrían sido las entradas laterales del antiguo cementerio de Tolosa.

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