“No todas las presas tienen el grado de mantenimiento que deberían tener”

Diario Hoy dialogó con el ingeniero Daniel Bacchiega, especialista en obras hidráulicas, quien advirtió sobre la importancia de monitorear el estado de estos depósitos artificiales de agua.

En los últimos días, el Instituto Universitario de las Naciones Unidas sobre el Agua, el Medio Ambiente y la Salud publicó un informe vinculado al estado de las represas construidas en el siglo XX. Según el estudio, en 2050 la mayor parte de la población mundial vivirá amenazada por decenas de miles de estructuras que se encuentran operando más allá de su vida útil.

De acuerdo a la institución, los costos crecientes de reparación y mantenimiento, así como el aumento de la sedimentación de los embalses, son los principales responsables del deterioro de estas “barreras artificiales”.

En diálogo con diario Hoy, el ingeniero Daniel Bacchiega, especialista en obras hidráulicas y consultor independiente de la Universidad Nacional de La Plata, aseguró que en el país “no todas las presas tienen el grado de mantenimiento que deberían tener”.

De cualquier manera, Bacchiega señaló: “Tampoco es lógico transmitir una visión apocalíptica de la situación. Si no hacemos nada vamos a tener un problema de aquí a 30 años, pero al menos en el país se está tratando de intervenir sobre las presas existentes para hacer un diagnóstico y a partir de ahí, encontrar el financiamiento para que las obras se puedan ir mejorando”.

Hoy en día, Argentina cuenta con unas 700 presas entre grandes y chicas, de las cuales 31 son controladas por el Organismo Regulador de Seguridad de Presas y se mantienen en un estado de conservación “de primer nivel”.

“En un país federal como el nuestro, el agua es un bien que depende de cada provincia y por lo tanto, el mantenimiento y la operación de esas instalaciones es responsabilidad de cada una de ellas. En estos casos tenemos un estado de asimetría que no necesariamente implica que estemos en riesgo, sino que hay cierto desconocimiento sobre el estado de alguna de estas presas”, añadió el especialista.

Consultado por los rasgos que indican el nivel de mantenimiento de estas estructuras, Bacchiega destacó la importancia de detectar pérdidas y fisuras. “Son cuestiones básicas que se deben ir monitoreando a lo largo del tiempo para que, ante cualquier indicio de falla, se actúe de forma inmediata”, agregó.

Pese a que algunos países como Estados Unidos y China están desmantelando este tipo de construcciones, en Argentina se sigue apostando a la energía hidroeléctrica.
Hoy en día se están levantando dos grandes presas en Santa Cruz y hay otros tres proyectos viables. “Nuestro país tiene un camino que recorrer en cuanto a la hidroelectricidad”, añadió Bacchiega.

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