Piden regularizar el cultivo para aportar al bienestar

Los derivados de la planta de cannabis pueden convertirse en productos, como cremas o aceites, que ayuden a mejorar la calidad de vida de muchas personas con dolencias de distintos tipos.

En los últimos años, gracias a la fuerte presencia en redes sociales y en las movilizaciones en las calles, comenzó a proliferar en la sociedad el uso de productos realizados a base de cannabis (la planta de marihuana). Estos funcionan como un beneficio para la calidad de vida de las personas con dolencias de diferentes tipos.

En ese orden, muchas agrupaciones de cultivadores y consumidores comenzaron a reclamar por una regulación porque, hasta el momento, es ilegal en la Argentina.

En La Plata, desde la UNLP investigan los usos terapéuticos de esos preparados y su empleo en el tratamiento de ciertas patologías. En ese marco, se creó la Cátedra Libre “Cannabis y Salud” para avanzar en el debate y estudio de la temática.
“Hay una variedad muy importante de posibles aplicaciones.

Ahí hay toda una controversia respecto de lo que muchos profesionales de la salud plantean en cuanto al criterio de eficacia y seguridad. El cannabis tiene uso terapéutico en términos de bienestar general, desde ese punto de vista puede ser que tengas un medicamento a base de cannabis o no. Por ejemplo, salir a correr no es un medicamento, pero sí es terapéutico”, marcó desde la Cátedra Libre el profesor Patricio de Urraza a diario Hoy.

Actualmente, existen en el mundo cuatro medicamentos hechos con este componente, tres de ellos formulados de modo tradicional en la industria farmacéutica y otro como herbario.

Uno está dirigido a la epilepsia refractaria, otros para el tratamiento de la obesidad y otro para terapias oncológicas. ¿Y en la Argentina? “En nuestro país no hay ningún medicamento registrado que sea a base de cannabis porque es ilegal. Para el registro nacional de la Anmat, los cannabinoides son en su totalidad drogas prohibidas para formular medicamentos”, detalló De Urraza.

En otras partes del mundo, como en algunas regiones de Estados Unidos, se generan productos de todo tipo conformados con esta sustancia como jugos, mantecas, aceites, productos de cosmética; en la Argentina no se puede por la prohibición sobre la planta.

“Cuando discutimos el tema cannabis, no lo tratamos como medicamento, sino como una terapia, tiene que ver con una cuestión cultural que tiene cientos de años y es una medicina que está basada en el buen vivir, no en la enfermedad. Esto implica que hay una lista de posibles usos que están comprobados terapéuticamente por los usuarios, que es toda la gente que dice que el aceite le sacó las convulsiones al hijo, lo relajó. Todo uso del cannabis es terapéutico”, aseguró el profesor.

Proyectos provinciales

En la Legislatura bonaerense hay dos proyectos de ley que buscan avanzar sobre este tema. Uno de ellos, del diputado Emiliano Balbín, de Juntos por el Cambio; el otro, de la diputada María Laura Ramírez, del Frente de Todos.

“Habría que sentarse y hacer un proyecto integral porque ninguno contempla la totalidad de las cuestiones. Ninguno de los dos puede resolver la cuestión de fondo y regular lo que es ilegal porque eso es de ámbito federal. Hasta que no se cambie esa regulación por otra, todo lo que se haga sigue siendo ilegal”, aseguró De Urraza.

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