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Revelaron nuevos datos del impacto de la misión DART

Presentaron más detalles sobre la nave que hicieron chocar contra el asteroide Dimorphos, con la intención de preparar a los seres humanos para poder desviar rocas espaciales en curso de colisión a la Tierra.

En septiembre de 2022, la nave de la misión DART, o Prueba de Redirección de Doble Asteroide, impactó contra una roca espacial llamada Dimorphos. Ya se conocía que la misión había sido un éxito, recortando 32 minutos su órbita alrededor de su compañero más grande, Didymos.

Sin embargo, ahora los científicos detrás del proyecto revelaron nuevos detalles sobre el experimento, estimando que, tras el impacto, salieron volando al menos 900 toneladas (907.184 kilos) de escombros al espacio.

Estos datos preliminares se presentaron durante una conferencia de la Unión Geofísica Estadounidense en Chicago, donde Tom ­Statler, científico del programa DART, dijo que impactar solo era el primer paso. La siguiente etapa consiste en estudiar cómo están hechos estos cuerpos, su formación, y aprender a defender al planeta.

Las revelaciones

Según los científicos, el impacto de DART a unos 22.530 kilómetros por hora desplazó el equivalente a al menos 900.000 kilogramos de roca al espacio, aunque las medidas más optimistas llegan hasta el millón.

Además, el equipo está utilizando los datos, así como información sobre la composición del asteroide y las características de la eyección, obtenidas con imágenes del telescopio y del CubeSat italiano para la obtención de imágenes denominado LICIACube para conocer cuánto movió el asteroide el impacto inicial de DART y cuánto fue provocado por el retroceso de la eyección.

Según la NASA, las observaciones antes y después del impacto revelan que Dimorphos y Didymos tienen una composición similar, están hechos del mismo material, relacionado con condritas ordinarias, parecido al tipo de meteorito más común que impacta a la Tierra.

Con estos nuevos datos, la agencia detalló que predecir con precisión la transferencia de impulso es fundamental para planificar una futura misión de impacto cinético, con variables como el tamaño de la nave impactadora y la estimación de tiempo de anticipación necesario para garantizar que una peque­ña desviación mueva al asteroide potencialmente peligroso de su sendero, por si alguna vez se necesita.

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