Alimentación saludable
Se vienen las etiquetas
Comienza el debate final sobre el proyecto que busca advertir acerca de los productos con excesos de azúcares, sodio, grasas y calorías.
Después de obtener la sanción del Senado, comenzó a debatirse en la Cámara de Diputados el dictamen del proyecto de ley que busca advertir a los consumidores sobre los productos alimenticios que contengan excesos de azúcares, sodio, grasas saturadas, grasas totales y calorías. En el marco de una serie de logros regulatorios en la materia, la iniciativa principal de este proyecto es el etiquetado frontal de cada envase para visibilizar ese tipo de características en algunos productos.
“Un sistema de etiquetado frontal debe ayudar a las personas a identificar de manera correcta, rápida y sencilla aquellos productos que contienen cantidades excesivas de azúcares, grasas y sodio”, dice la Organización Panamericana de la Salud. “Esto es clave para ayudar a la población a cumplir con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y protegerla contra los principales de riesgo que perjudican su salud y desarrollo”, agregan.
Tras las rondas de consultas con representantes de empresas, médicos y especialistas en obesidad, el proyecto ahora es debatido en un encuentro conjunto de las comisiones de Legislación General, Acción Social y Salud Pública, Defensa del Consumidor, del Usuario y de la Competencia y de Industria. Las reuniones serán encabezadas por la titular de Legislación General, Cecilia Moreau (Frente de Todos), junto a sus pares de Acción Social y Salud Pública, Pablo Yedlin (FdT), de Defensa del Consumidor, Diego Mestre (Juntos por el Cambio), y de Industria Alejandro Garcia (JxC).
Si los legisladores finalmente aprueban el proyecto, los productos que sobrepasen los límites fijados deberán tener en el frente de sus envases una etiqueta octogonal negra, con borde y letras de color blanco, que advierta sobre el exceso del elemento crítico que corresponda en cada caso.
Esto es una forma de prevenir la malnutrición en la población y reducir las enfermedades crónicas no transmisibles con información clara, oportuna y veraz.
“La investigación indica que el consumidor, al escoger sus alimentos, se enfrenta a muchas dificultades para acceder, comprender y evaluar la información nutricional que se presenta en la etiqueta”, dice el proyecto.
“Desde una perspectiva de salud pública es indispensable, por lo tanto, que al considerar las principales características de un sistema de etiquetado frontal se incluya: la capacidad de atraer la atención del consumidor; la facilidad para que los consumidores puedan procesar, comprender, evaluar y utilizar la información; y la influencia del sistema de etiquetado frontal en las decisiones de compra de los consumidores”, afirma.