Solidaridad sin medidas: así funciona un centro barrial platense
El lugar funciona como un espacio de contención y acompañamiento para aquellas personas que tienen consumos problemáticos o pasaron por cárceles.
Uno de los lemas, que nace desde las organizaciones o voluntarios en los barrios, dice que en situaciones de crisis la Usolidaridad se multiplica. Así lo viven en el centro barrial Puertas abiertas y la casa Libertad Virgen del Valle que funciona en calle 33 entre 1 y 115 de La Plata. Un espacio que ofrece contención a personas con consumos problemáticos o que pasaron por cárceles.
Se trata de un centro que pertenece, como muchos otros a nivel nacional, a la Federación de Curas Villeros. Se llama Familia Grande Hogar de Cristo. Nació de la mano de los sacerdotes que hacían trabajos en los barrios populares y del Papa Francisco, cuando todavía no había sido elegido para ese rol.
“La característica fundamental de nuestra casa es recibir la vida como viene y privilegiamos el vínculo de amor. No hay etiquetas. Formamos un vínculo de familia. Cuando alguien llega acá no le preguntamos cuál su orientación política o sexual, ni cuál es su religión. Preguntamos cuál es su dolor, su situación de vida y lo que quiera compartir con nosotros”, señaló a diario Hoy Griselda Barrionuevo, coordinadora del centro barrial.
En este espacio, que nació en 2017, las personas que se acercan reciben contención en todas sus formas y son asistidos para realizar trámites formales, como así también participar de talleres de diversa índole que apuntan a continuar con ese trabajo de comunidad.
“En este momento las actividades comunitarias están suspendidas pero cuando alguien llega puede venir todos los días, participar de los talleres, de los grupos terapéuticos, pueden venir a comer. Acompañamos la vida de las personas en todo sentido”, remarcó Barrionuevo.
Desde el centro barrial también cocinan para las familias del barrio, a la vez que realizan viandas para entregar a las personas que se encuentran en situación de calle. Para eso hacen recorridas por la ciudad dos veces por semana. En este sentido, también marcaron la necesidad de contar con donaciones de mantas y abrigos para la época de frío. Para colaborar quien lo desee puede comunicarse a [email protected].
“Por acá pasan cerca de 250 personas por mes, que están de paso y vienen por alguna situación puntual. Pero también son muchos con los que mantenemos estos vínculos de cercanía. Aproximadamente son 90 que vienen y nosotros vamos a su encuentro también. Así se forman los acompañamientos desde una mirada integral”, expresó la coordinadora.
La referente señaló que se forman vínculos de mucha emoción y que a veces no alcanzan las palabras para explicar el trabajo y el agradecimiento de las personas que son acompañadas. “Cuando nos llaman nos consuelan a nosotros también, es un vínculo muy profundo”, dijo.