Stéfano el pequeño genio fanático de los autos que sigue cumpliendo sus sueños

Una pasión que nació con tan solo un año, mirando los vehículos de las revistas que había en su casa de Tolosa. Ahora, con apenas cinco, es querido por famosos competidores del automovilismo. Ayer tuvo un encuentro con el campeón y expiloto de Fórmula 1, Miguel Ángel Guerra.

Uno de los motores de su vida, con apenas cinco años, son los automóviles. Stéfano Marconi Sgrois vive junto a sus padres en Tolosa y tiene una pasión: “Ama los autos”.

Revistas de diversos coches, programas de televisión, dibujos y juguete, “es el nene de cinco años que más sabe de autos en todo el mundo. Sabe hasta los motores de cada uno”, le cuenta a diario Hoy Adrián, el padre del pequeño genio, que tiene, para lo que respecta a su edad, “altas capacidades”.

“Le han pasado cosas muy lindas. Lo invitan de todos lados. Estuvo con Tulio Crespi, vino a casa a comer Luis Varela, el creador del Renault Andino. Le mandó saludos Davide Dallara, campeón del Nascar, Damián Fineschi y Diego Azar. Le han pasado tantas cosas alucinantes, es increíble”, relata Adrián, de oficio carpintero y quien acompaña a Stéfano a cada uno de esos encuentros que marcan una infancia privilegiada, con reuniones con campeones de un deporte que apasiona a millones de argentinos.

En la jornada de ayer, en otro momento increíble para sus pocos años, Stéfano tuvo un acercamiento con el corredor Miguel Ángel Guerra, un referente del automovilismo, quien le brindó un póster autografiado y una fotografía de cuando corría en la Fórmula 1.

“Fue hermoso. Stéfano le contó un poco de su historia a Ángel, fue una locura. Después lo llevó a andar en el Camaro, lo llevo a pasear. Pasó algo muy lindo, son cosas que le van a quedar para toda la vida”, detalla Adrián sobre el encuentro que mantuvieron, que además incluyó un desayuno.

Y agregó: “Le trajo la foto firmada, es increíble el corazón de Ángel que se vino solo desde Buenos Aires para conocer a Stéfano, una humildad tremenda. Stéfano está al lado de todos los grandes. Y todo lo que le falta”.

A su vez, Stéfano había comenzado este año a competir en un karting que le habían regalado, pero en una de las prácticas se rompió el motor. Ante esta falla, que tiene un costo muy alto para su reparación, una concesionaria reconocida de Hudson se ofreció a reparar por completo el vehículo.

“Nos mandaron un mensaje que decía que le hacían todo nuevo. Te imaginas la alegría, vale fortuna todo eso. Le están haciendo jaula antivuelco, el motor nuevo, se lo van a pintar y se lo regalan”, contó.

El niño de cinco años concurre a la última salita del jardín en el colegio Santa Lucía, ubicado en 5 entre 522 y 523. Otro de los sueños, pero para eso todavía falta, es poder ser piloto de Fórmula 1. El tiempo lo dirá, pero lo que está más que claro es su amor y su pasión por los fierros.

En su cuenta de Instagram, que es @stefanocars2016, se pueden ver muchos de esos encuentros con reconocidas figuras del automovilismo, como así también referentes del deporte que le envían saludos y felicitaciones por su conocimiento y pasión por los autos.

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