Taller de Aguas: una propuesta para defender la producción y la salud
Se trata del proyecto de extensión más antiguo de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata. Diario Hoy dialogó con la coordinadora de esta iniciativa, que de manera colectiva busca cuidar la vida y los recursos
Desde hace más de 30 años funciona en la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata el Taller de Aguas, un proyecto de extensión que tiene como objetivo central defender el acceso al agua en la región.
En diálogo con diario Hoy, la coordinadora del Taller, Virginia Vetere, explicó que a partir de esta iniciativa se generan herramientas “para defender el acceso al agua segura como un derecho humano que también garantiza otro derecho, el de la salud”.
Para cumplir con este objetivo, el grupo, que nuclea a 40 personas entre profesionales y estudiantes, tiene dos líneas de trabajo: en primer lugar, con los barrios de La Plata y la región; y en segundo orden, con los productores del cordón florícola y hortícola platense, aunque también se extienden a otros municipios, como Florencio Varela.
“El trabajo consiste en una primera reunión con vecinos y productores, ellos nos plantean su preocupación, y a partir de ahí coordinamos cómo vamos a trabajar. Lo que aportamos es lo que aprendimos sobre análisis de agua. Ese es el punto de partida para ver qué contaminación hay y qué posibles soluciones puede haber, pero todo de modo colectivo”, señaló Vetere.
Para este grupo, potabilizar agua para consumo familiar está dentro de lo que pueden manejar, pero ya en relación a la producción requieren del aporte de otros organismos, como es el caso del INTA ( Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria). Además, muchas familias están en asociaciones más grandes, por lo que se pueden plantear medidas de acuerdo a cada unidad productiva.
En el marco de este proyecto se realizan talleres para que sean también los vecinos quienes puedan conocer los procedimientos para un buen consumo.
“En los barrios, generalmente, el problema es que la red de agua potable pasa cerca y llevan esa red a sus domicilios. El tema es que las redes son precarias y más susceptibles a la contaminación”, explicó la profesional.
Los resultados históricos del proyecto revelaron que de las muestras analizadas, alrededor de un 90% presentaron contaminación microbiológica, mientras que un 30% tenía contaminación fisicoquímica.
Por esa razón, trabajan para evaluar cuáles son las mejores acciones para mejorar la calidad del agua. “La mejor solución es que el agua llegue a los barrios, que los pozos tengan la profundidad adecuada; pero es una problemática compleja, que requiere la intervención de otros organismos del Estado”, cerró Vetere.