Trasladan a Sudáfrica a cuatro tigres de bengala que fueron abandonados por un circo en San Luis

Los felinos viven hace 15 años en un vagón de tren convertido en jaula.

Este viernes, cuatro tigres de bengala serán trasladados a un santuario de Sudáfrica, luego de haber vivido durante 15 años en un vagón de tren convertido en jaula, en San Luis. Los animales fueron abandonados en 2007 y desde entonces han vivido en condiciones de hacinamiento en un campo cercano a la localidad de Justo Daract, 140 kilómetros de la capital puntana, informaron voceros de la organización internacional Four Paws.

En aquel año, el dueño de un circo que pasó por Justo Daract, no pudo llevarse a un macho y a una hembra de tigre de bengala y los dejó al cuidado de un agricultor, con la promesa de que iba a volver a retirarlos pero jamás regresó. Ahora, los tigres son una familia de cuatro y hace años que viven en la jaula de apenas 75 metros cuadrados.

El veterinario egipcio Amir Khalil, especialista en animales salvajes y director de desarrollo de proyectos de la organización internacional Four Paws, se enteró de la historia y comenzó con su equipo a realizar el proceso necesario para rescatar a los felinos.

La directora de Desarrollo de la organización, Luciana D’Abramo, destacó en diálogo con Télam que el trabajo se viene realizando desde hace meses en San Luis tras la invitación del Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación para intervenir en el caso, además del organismo de fauna provincial.

“Parte del equipo de trabajo desde hace 15 días ya se encuentra en San Luis ocupándose de hacer los estudios médicos preliminares al rescate de los cuatro animales para luego proceder con el traslado”, explicó D’Abramo.

El rescate está previsto que se lleve a cabo este viernes y para eso se dispondrá de un operativo especial que trasladará a los animales hasta Buenos Aires, para luego embarcar en un vuelo comercial a su destino final, Sudáfrica.

El operativo durará alrededor de 50 horas, desde su inicio en San Luis a Buenos Aires, para luego abordar un vuelo comercial hacia Johannesburgo, para arribar luego al santuario de grandes felinos LionsRock.

Este santuario cuenta con 1.800 hectáreas, para que los distintos felinos que son rescatados de todo el mundo puedan tener todas las condiciones necesarias para desarrollar su vida y adaptarse tras años en cautiverio y está estrictamente prohibida la caza, el comercio o la cría de grandes felinos y las interacciones de los animales salvajes con visitantes.

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