cultura

Un pintor platense muy valorado en Europa

Francisco Vecchioli pasó de empleado de una empresa platense de decoración a exponer en Francia con Pablo Picasso.

A finales del siglo XIX, la pintura argentina se hallaba ya en plena etapa de desarrollo. Pero si el creciente valor de los artistas resultaba innegable, las formas modernas del arte no parecían haber anidado todavía con suficiente fuerza, y el desarrollo de tendencias europeas como el impresionismo no había dado frutos visibles. En ese contexto, Francisco Vecchioli se inició en la pintura, colaborando en la compañía de decoración fundada por su padre y tuvo un breve paso por las academias de Mariano Montesinos. Su primera referencia en la materia fue Martin Malharro, uno de los grandes pintores nacionales cuya labor supuso un cambio cualitativo y perdurable en el quehacer artístico regional.

Francisco Vecchioli nació en nuestra ciudad el 29 de octubre de 1892. Trabajó en una empresa de decoración fundada por su padre, y allí comenzó a imaginarse un futuro de pintor. Se formó en un naturalismo de academia e influido por la corriente impresionista, con una dosis de influencia geometrizante reflejó en sus obras la espontánea inspiración que le motivaba la naturaleza, con fidelidad a la geografía lugareña como punto de referencia, en cuyo tratamiento volcó su sensibilidad y mundo interior. Su obra figura en los principales museos argentinos. Según la artista Cica Aramburú, recordar el nombre y la trayectoria de Francisco Vecchioli, es “un aporte imprescindible a la configuración de la identidad artística y cultural de la ciudad de La Plata”.

Según José León Pagano, la primera vez que Vecchioli viajó a Europa fue entre los años 1918 y 1922. Las referencias respecto a su obra no son excesivas en la prensa de la época, por lo cual cabe pensar que su vida cultural no estuvo excesivamente vinculada a los acontecimientos del momento. Participó en 1921 en la Segunda Exposición Regional organizada por el Ayuntamiento de Palma y de las cuatro obras presentadas, fueron admitidas tres: Porto Pi, Calle del pueblo y Cala de San Vicente. Fue galardonado con el segundo premio de la Sección de Extranjeros y la prensa reconoció especialmente su solidez compositiva: el argentino Vechioli aporta a esta exposición una modalidad peculiarísima, fuera seguramente de las aficiones del gran público, pero de arte legítimo. Ante todo los tres cuadros expuestos delatan a un sólido dibujante. El punto de mira escogido para las perspectivas desarrolladas es el más difícil y sin embargo el efecto responde a la idea del artista, hay allí sucesión de planos.

Aprovechando una beca, Vecchioli realizó su segundo viaje a Europa, donde se vinculó con André Lothe y trabajó asiduamente en el paisaje compuesto. Del año 1936 es su cuadro En Domingo, visión de barrio ejecutada en fuerte ritmo direccional, con paleta restringida, casi monocroma, apta para la expresión evocadora. Un sentido anecdótico revela el interés que Vecchioli sentía , desde su iniciación, con los maestros decoradores -por ejemplo, Rodolfo Bezzichieri-, por retratar las circunstancias que rodearon la fundación de nuestra ciudad. Asimismo, estuvo brevemente en la academia del francés Pagneaux, donde fue compañero de Ernesto Ricci.

En Mallorca realizó una exposición individual en 1919, en el mítico Salón de la sociedad La Veda, logrando el Segundo Premio para extranjeros en la Exposición Regional de Arte en Palma, presiden el Jurado, Anglada Camarasa y Tito Cittadini. Más tarde, fue contratado como Proyectista en una fábrica de cerámica en Perpignan, donde conoció a Maillol, quien lo puso en relación con los grandes maestros occidentales: Bracque, el catalán Manolo Uge y Pablo Picasso.

Vecchioli permaneció dos años en París. A su regreso, en 1922, junto a Ernestina Rivademar, fue nombrado miembro de la Comisión organizadora del Museo Provincial de Bellas Artes de Buenos Aires, inaugurando el Primer Salón Provincial de Arte y ejerció como profesor en los colegios nacionales de Buenos Aires. Integrante como miembro fundador de la Asociación Artística Platense, presidida por Faustino Brughetti. Falleció en Buenos Aires, el 16 de diciembre de 1945.

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