Un viejo satélite europeo se prepara para caer en el planeta
Las maniobras comenzaron el lunes y terminarán en la tarde del viernes.
Como parte del plan para reducir a cero la basura espacial, la Agencia Espacial Europea (ESA) se propuso llevar adelante una iniciativa pionera: la reentrada controlada de Aeolus, un viejo satélite en desuso, a la Tierra. Si todo sale según lo previsto, este viernes los restos podrían estar cayendo de forma segura en algún punto del Océano Atlántico, sin riesgo para ninguna población. Suena sencillo, pero no lo es.
El lunes comenzó la prueba de fuego, cuando el satélite en desuso, que terminó su actividad principal el pasado mes de abril, pasó de los 280 kilómetros de altura hasta los 250, en una espiral descendente. El cambio de posición se llevó a cabo gracias al remanente de combustible de sus cohetes que, no obstante, “no fueron diseñados para una reentrada”, señaló Benjamín Bastida, ingeniero de sistemas de basura espacial de la ESA.
Desde este punto, el equipo se encuentra recalibrando la posición hasta que el jueves se lleve a cabo un nuevo descenso, esta vez hasta los 150 kilómetros de altura. Aquí, el mayor enemigo de las operaciones será el Sol: nuestra estrella puede, con su actividad, provocar que nuestra atmósfera se “infle”, acelerando el final de Aeolus.
Si todo continúa según lo previsto, el viernes se alcanzarán los 120 kilómetros. Y, una vez llegado a ese punto, la reentrada apenas durará dos horas. “Nosotros no lo veremos directamente, sino que sabremos que se ha producido porque no recibiremos su señal en las antenas que deberían hacerlo”, explicó Bastida, cuyo trabajo comenzará en ese punto: se buscarán los posibles trozos que hayan sobrevivido a la reentrada y que caigan en el Océano Atlántico. “No se puede precisar el punto exacto hasta que tenga lugar la reentrada, pero una vez que se produzca y los restos atraviesen la atmósfera, estos pierden la velocidad horizontal y caerán a plomo hacia abajo”, señaló.