Una correntada afectó a los vecinos de Olmos

Hace un tiempo, en los barrios de La Plata se perdió la costumbre de salir a tirar bombitas de agua para contrarrestar los calores de febrero en épocas del carnaval.

Desde el año pasado, con la llegada de la pandemia, hasta las comparsas y los corsos son parte del pasado; y el colorido de los trajes con lentejuelas que brillaban en esta época del año se transformó en angustia y bronca en distintas zonas de la región.

En el barrio del Club Unidos de Olmos un grupo de vecinos perdió muebles y tuvo que sacar ropa a la calle por una terrible correntada que acechó las casas de la calle 42, desde 185 hasta 183.

Allí, a menos de 150 metros de uno de los clubes más populares de la zona Oeste, los vecinos se juntaron para recibir al móvil de la Red 92 y el diario Hoy y contarle a toda la ciudad lo que está ocurriendo.
“La calle 42 tiene una pendiente en bajada desde 185 con dirección hasta 184. Lo que pasa es que el agua se junta por la 185 y baja como una catarata con la fuerza de una corriente cada vez que llueve”, describió angustiada una vecina que vive sobre 42 entre 184 y 185, en donde tuvo que salvar algunas cosas de su casa para evitar que se las lleve el agua.

“Vivo con mis dos hijos chiquitos y atrás del terreno tengo algunos familiares viviendo también. Nadie viene a socorrernos cada vez que llueve y estamos con miedo al agua”, comentó.

En el lugar, además, los pastos crecidos durante el verano taparon las zanjas que sirven para que circule el agua cuando llueve o cuando se incrementa el uso de los baños en las casas.
Los vecinos de esta zona de la ciudad esperan que llegue un delegado o un representante municipal para solucionar este problema acuciante que les toca atravesar.