Una medusa podría ser la gran vencedora del cambio climático
La Cotylorhiza tuberculata puede adaptarse a una temperatura de hasta 30 grados.
Una investigación del Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía (Icman-CSIC) probó que la Cotylorhiza tuberculata, una de las medusas más abundantes del Mediterráneo, podría sobrevivir al peor escenario previsto para el cambio climático. De acuerdo a su informe, la especie es capaz de adaptarse a aguas con temperaturas de hasta 30 grados y modificaciones radicales en la acidez (como un pH de 7,7) del océano.
El efecto no será solo una proliferación extraordinaria de estas medusas, circunstancia que se ha convertido en habitual. El problema es que alterará el ecosistema. “A medida que veamos un aumento en las medusas, sospecho que también veremos un cambio en las poblaciones de depredadores, especialmente en áreas donde las abundancias de presas comunes podrían estar en peligro por un entorno cambiante”, dijo Jamileh Javidpour, profesora de Biología de la Universidad de Dinamarca del Sur y autora de una investigación sobre medusas.
Estos episodios de proliferación se han relacionado con factores como la desproporcionada explotación pesquera y la presencia excesiva de nutrientes inorgánicos procedentes de actividades humanas, además de la alteración de la temperatura del mar y su acidez.