Una tendencia que crece: los libros son cada vez más cortos

“Me gustan los textos breves muy trabajados, donde la forma siempre está en primer plano” dice Marina Yuszczuk.

Libros breves, de pocas páginas, libros chiquitos que tienen cada vez más notoriedad y son publicados generalmente por editoriales medianas y pequeñas, aunque no exclusivamente, a veces por azar, otras por decisiones deliberadas, están cada vez más presentes. Es una búsqueda que también atañe a proyectos de escritura que se piensan así, y a las formas de leer de los lectores y las lectoras de hoy, de este tiempo presente de infinitos estímulos y dispersiones. El impacto de ser leído en un tiempo y en un espacio como en un viaje en colectivo, o de un “tirón”.

Marina Yuszczuk, narradora, poeta y responsable de la editorial Rosa Iceberg, señala que “lo breve siempre se trabajó desde la poesía, epigramas, ficción corta y demás” y pone como ejemplo a una de sus autoras preferidas, Lydia Davis, “una maestra en el relato breve, conciso, sorprendente, donde el contenido es más la sintaxis que la historia en sí. Me gustan mucho los textos breves muy trabajados, donde la forma siempre está en primer plano. Eso es algo que habilita la brevedad”.

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