Vecinos y estudiantes cultivan alimentos para ayudar a comedores

Jóvenes de la Facultad de Ciencias Naturales junto a cooperativistas realizan en distintos barrios de la ciudad huertas comunitarias y talleres de plantas medicinales

Un equipo integrado por profesionales y estudiantes de la UNLP, junto a trabajadoras cooperativistas y vecinas del barrio Aeropuerto y de Altos de San Lorenzo realizan huertas comunitarias y talleres sobre plantas medicinales. 

Se trata de una cooperativa que a fines del año pasado, y con la colaboración de estudiantes, realizaron una huerta en el barrio, donde las verduras sirven para los comedores comunitarios barriales. 

“Hacemos horticultura en un ambiente de trabajo sano que nos pone en contacto con la tierra y nos hace valorarla. Además se intercambian experiencias, las compañeras comparten sus saberes y todos los días se construyen cosas nuevas”, explicó a diario Hoy Gino D’Agostino uno de los universitarios que colabora con las vecinas. 

Las mujeres que participan de la asamblea del comedor “Oga Guazú” y del centro comunitario “Expropiemos el Futuro”, pertenecientes al Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) realizan, también, talleres sobre los usos medicinales de ciertas hierbas. “La idea principal era recuperar los conocimientos que tienen las compañeras paraguayas sobre el uso de plantas medicinales”, contó Gino.

Claudia Elizabeth, una vecina que vive en el barrio Aeropuerto, comentó a este diario que en Paraguay “consumimos muchas cosas naturales, soy amante de los remedios medicinales”, y explicó que utilizan dichas hierbas “para los dolores de panza de los niños, para los parásitos, curar infecciones en la piel, remover los piojos y para el dolor de cabeza”. 

En dicho taller realizaron repelente para mosquitos con citronela, ruda y manzanilla; una crema casera para la piel, que sirve para curar infecciones y urticaria, y un ungüento de protección solar, que se realizó con semillas de zanahoria, caléndula y aloe vera. También recomendaron achicoria para las llagas “porque refresca el estómago”, tomate para las quemaduras y tintura de cannabis y ruda para los dolores musculares. Además de alumnos y graduados de Biología y de Botánica, también participaron del taller estudiantes de Medicina.

Vecinas talleristas

Estas mujeres de los barrios periféricos de la ciudad se organizan y salen adelante mediante la solidaridad y la organización en asambleas, “hacemos un comedor para las familias, merendero y apoyo escolar para los niños, siempre con colaboración de los estudiantes de la facultad”, relató Claudia que participa de la cooperativa ambiental. 

La huerta donde se cultivan verduras de estación, aromáticas y también “remedios de yuyo” se reparte a los vecinos, y también se utiliza para cocinar en el comedor del centro comunitario, que abre dos veces por semana. 

En el barrio El Molino de 609 y 118 esta cooperativa tiene unas 60 trabajadoras, de las cuales unas 20 se dedican a la parte ambiental. Al trabajo semanal, se suman los estudiantes y graduados de la UNLP.

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