Viajes, fósiles y un descubrimiento de 230 millones de años

Un equipo liderado por la investigadora platense Julia Brenda Desojo consiguió exhumar nuevos ejemplares de rincosaurios en La Rioja, al límite con el Valle de la Luna.

Mientras recorrían el campo de estudio (un terreno grisáceo, desierto y rocoso), una nube de arena, que se divisaba a lo lejos, empezó a avanzar hacia ellos. Se tuvieron que escabullir en el piso, cubrirse de la tormenta, y esperar a que las ráfagas de viento caliente se alejen de donde permanecían a resguardo.

“Es mirar y explorar, caminar y caminar. No todo lo que vivió se va a fosilizar, los fósiles son una representación muy pequeña de la fauna y de la flora que vivió”, le dijo a diario Hoy Julia Brenda Desojo, investigadora del Conicet y docente en la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata.

La búsqueda se llevó a cabo en localidad Hoyada del Cerro Las Lajas, en La Rioja, al límite con el Valle de la Luna. La campaña y los trabajos de exploración liderados por la científica platense dieron sus frutos: el hallazgo de piezas paleontológicas de 230 millones de años.

En el primer viaje, en 2013, eran un grupo chico, de cinco personas, y estuvieron cuatro días en el campo de trabajo. “Dos días estuvimos con zonda”, recordó la investigadora, en la travesía por la que tuvieron que pasar cuando hacían rastrillajes, y añadió: “Cada media hora había tormentas de viento con arena y nos teníamos que tirar el piso”.

Las campañas se repitieron en 2016, 2017 y 2019. En los últimos viajes, de los que regresaron con gran número de fósiles, participaron expertos de Argentina, Brasil y Estados Unidos.

Consultada sobre por qué eligieron esa área en particular, la especialista sostuvo que existen mapas geológicos que son previamente estudiados. “Hay determinados tipos de rocas, donde tenés mayor predisposición por las condiciones a que puedan tener fósiles que otras. Aquellas rocas que por ejemplo sufrieron metamorfismo, si contenían un fósil, lo más probable es que se haya destruido”, explicó.

La importancia para la ciencia es que se han encontrado nuevos fósiles, nuevos ejemplares de los rincosaurios, que ya se conocían para la Formación Ischigualasto del lado de San Juan y ahora se empezaron a conocer del lado de La Rioja. Los rincosaurios son los más abundantes. Eran cuadrúpedos, con cráneos robustos y con un pico, que medían hasta dos metros de largo.

“Normalmente, cuando ves algo de material fósil, un resto de hueso en este caso, vas de lo chiquitito a lo grande. Mirás dónde está primero ese huesito, mirás alrededor a ver si hay más y te vas para atrás para observar si está contenido dentro de un nivel de roca, y después empezás a moverte para los costados para ver si en ese nivel de roca ves algo”, comentó con respecto al análisis que desarrollan en plena expedición.
“Hicimos un aporte a la ciencia, detectivesco de la historia de estos fósiles clásicos, pudiendo ver de dónde venían", completó.

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