Acuerdo histórico entre Colombia y China
Se trata de un plan de cooperación para la adhesión del país latinoamericano al proyecto chino de las Nuevas Rutas de la Seda, un ambicioso proyecto de inversión global impulsado por el gigante asiático.
En un movimiento que reconfigura su política exterior y comercial, Colombia firmó en China un plan de cooperación para la adhesión del país latinoamericano al proyecto chino de las Nuevas Rutas de la Seda, un ambicioso proyecto de inversión global impulsado por el gigante asiático, que pretende darle más protagonismo en los países en donde ingresen los yuanes. La firma, calificada por la Cancillería colombiana como “la decisión más importante para el país en los últimos 25 años”, se realizó durante el IV Foro Ministerial China-CELAC, al que Colombia asistió como presidente pro tempore del bloque regional.
De igual manera, el gobierno de Petro fue enfático en que el acuerdo no implica obligaciones legales ni compromisos automáticos, ya que no se trata de un tratado ni de un memorando de entendimiento, subrayó el Ejecutivo, sino de una “plataforma de colaboración flexible” que permitirá evaluar “individualmente cada proyecto” en territorio colombiano y el impacto para su población. Entre los objetivos centrales de esta nueva etapa bilateral figuran proyectos de transición energética, seguridad alimentaria, reindustrialización del sector salud, inteligencia artificial, tecnología y movilidad sostenible. Todo en el marco de una relación que el mandatario asegura será de igual a igual con el gigante asiático. “Vamos a hablar con Xi Jinping de tú a tú, no como arrodillados, y abordaremos problemas que hay vigentes, porque China tiene un superávit comercial, nosotros tenemos un déficit por 14.000 millones de dólares anuales”, afirmó el mandatario colombiano.
Por su parte, el presidente chino, Xi Jinping, instó a “aprovechar la oportunidad de la adhesión formal de Colombia a la familia de la Iniciativa de la Franja y la Ruta para promover una mayor calidad en su cooperación”. Muchos afirman que el paso podría irritar a Estados Unidos, el principal socio comercial y aliado estratégico de Bogotá. De hecho, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, por ejemplo, calificó la Ruta de la Seda como una “trampa diplomática de endeudamiento”, explicando que los montos de financiamiento de China para la región significarán una deuda que “le saldrá caro” a los latinoamericanos.