“Bolsonaro ya está en campaña para 2022”

Brasil es el segundo país más afectado del mundo por la pandemia del coronavirus, con casi 4 millones de contagios y más de 123.000 muertes. En el medio, las políticas y las acciones del presidente Jair Bolsonaro despertaron críticas y apoyos. En ese sentido, la escritora brasileña y doctora en Ciencias de la Comunicación y Comunicación política, Luciana Panke, evaluó la situación del país vecino.

Según la analista “hubo un discurso de negación de la pandemia. Se reconoce la existencia de la enfermedad pero no su gravedad. Al principio el presidente habló por radio y TV, algo que no es costumbre porque él habla a través de sus redes”.

Quedó marcado en todos los medios, también, el discurso en el que el mandatario señaló que se trataba de una “gripecita”, lo que demostró que no le dio la importancia que representa a la crisis sanitaria. “Dejó de hablar en la TV porque la gente hacía cacerolazos. En ese momento, el ministro de Salud tenía cierta preocupación por la salud y Bolsonaro lo sacó, luego pasaron otros”, marcó Panke.

En otro orden, Bolsonaro apuesta por la reelección como presidente del gigante latinoamericano y en base a ese plan, aprovechó la popularidad que ganó entre algunos sectores para afianzar esa campaña.

“Luego de algunas medidas de corte más populista, pasó del 30% de apoyo, al 37%. Hoy, está aprovechando su popularidad y viajando por todo el país para hacer inauguraciones y eventos junto a la población. Ya está en plena campaña electoral para 2022”, subrayó la profesional.

A la vez, en el interior de Brasil la situación no es tan diferente, ya que en el mes de noviembre habrá elecciones municipales y esa situación tiene a los funcionarios abocados a sus respectivas campañas.

“La cuestión económica está complicada, mientras los políticos están ocupados por las elecciones; entonces hay una situación muy tensa. Algunos municipios están relajando sus medidas y creo que en unas semanas los números de contagios y muertes subirán”, marcó Panke.

Pero al mismo tiempo, la angustia entre la población crece, en especial luego de que la actividad económica cayera casi 10 puntos en Brasil. Esto lleva a que el escenario social también esté más complejo.

“Hay angustia, indignación de quienes siguen con los cuidados, y movilización de la derecha diciendo que este virus no es nada. Ese humor social es consecuencia de la angustia económica y de la incertidumbre que llega desde la comunicación del gobierno. La preocupación de las elecciones es más grande que la salud, parece que se ha naturalizado el número de muertes”, concluyó la analista.