Colombia: al menos 51 muertos durante un motín
Como resultado de un incendio, también resultaron heridas 24 personas en la cárcel de Tuluá. Se trata de uno de los alzamientos más sangrientos de la historia del país.
En el marco de uno de los alzamientos más sangrientos en la historia reciente de Colombia, al menos 51 personas murieron y otras 24 resultaron heridas en un incendio registrado durante un motín en una cárcel de Tuluá, en el centro-oeste del país. De acuerdo a la información ofrecida por el propio director del servicio penitenciario nacional, el motín empezó a las 2 de la mañana cuando los internos prendieron fuego colchones durante una pelea. Se trata de una cárcel de mediana seguridad ubicada en el departamento del Valle del Cauca.
El motín ocurrió en el pabellón 8 de la cárcel, donde había cerca de 200 presos. La cárcel de Tuluá alberga a 1.267 reclusos, por lo que su capacidad máxima está superada en un 17%.
“Esta situación fue provocada por una riña que se suscitó entre dos privados de la libertad”, indicó Wilson Ruiz, el ministro de Justicia. “Uno de los internos prendió fuego -estaba furioso, molesto- a una colchoneta, lo que provocó esa conflagración”, agregó. El incendió afectó solo uno de los patios de la prisión, pero las llamas se extendieron por un pasillo y alcanzaron las demás colchonetas de los presos.
El general Tito Castellanos, director del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), precisó que entre los heridos hay seis guardias penitenciarios, que trataron de auxiliar a los prisioneros. Asimismo, los guardias trataron de controlar el incendio con extintores y lograron sacar con vida a decenas de internos, “si no el resultado hubiese sido peor del que tenemos actualmente”, enfatizó Castellanos.
Gustavo Petro, el presidente recientemente electo de Colombia, expresó sus condolencias a los familiares de las víctimas y llamó a “un replanteamiento completo de la política carcelaria de cara a la dignificación del preso”. “El Estado colombiano ha mirado la cárcel como un espacio de venganza y no de rehabilitación”, agregó el líder de izquierda, que asumirá la presidencia el 7 de agosto.
Por su parte, Iván Duque, el mandatario saliente, lamentó el hecho y pidió que se lo investigue. “Lamentamos los hechos ocurridos en la cárcel de Tuluá”, escribió en su cuenta oficial en Twitter. “Estoy en contacto con el Inpec, general Tito Castellanos, y he dado instrucciones para adelantar investigaciones que permitan esclarecer esta terrible situación. Mi solidaridad con las familias de las víctimas”.
Los cuerpos forenses, informaron los medios colombianos, ya trabajaban en la identificación de las víctimas. A las afueras del penal, decenas de personas angustiadas esperaban noticias sobre sus allegados. “No sé nada”, dijo entre lágrimas María Eugenia Rojas, madre de uno de los internos que se encontraba en el pabellón donde se inició el motín. “Los del Inpec no quieren dejar entrar”, remarcaron.
En marzo de 2020, 24 internos murieron y más de 100 resultaron heridos en una cárcel de Bogotá, la capital colombiana, en una revuelta para pedir medidas de protección contra el coronavirus. El sistema penitenciario de Colombia alberga a 97.426 presos. La sobrepoblación, según el propio Inpec, es de 16.251.