Conflicto en Ucrania: Rusia habría desbaratado una célula islamista en Crimea
Tras el presunto ataque ucraniano a un depósito militar, el Ejército ruso habló de un “un acto de sabotaje”. Los incendios en la zona todavía continúan activos.
Un día después del segundo presunto ataque ucraniano en una semana a Crimea, el líder de la península anexionada por Rusia, Serguéi Aksionov, dijo que el servicio de seguridad ruso desbarató una “célula terrorista islámica” coordinada desde Ucrania. Asimismo, indicó que los estallidos e incendios continuaron en el depósito militar del norte sacudido el martes por explosiones de municiones que el Ejército ruso atribuyó a la acción de saboteadores.
Este sabotaje, tal como fue denunciado por las autoridades rusas, llegó una semana después de que detonaciones sacudieran una base aérea rusa en Crimea, desde donde salen a diario aviones para bombardear otras partes de Ucrania en el marco de la invasión que está por cumplir seis meses. Kiev no llegó a reivindicar ninguno de los hechos, que habrían sido sus primeros ataques en Crimea, donde Rusia tiene anclada su flota militar del mar Negro. Sin embargo, el presidente Volodímir Zelenski elogió anoche a personas “que se oponen a los ocupantes en su retaguardia”, y advirtió a los ucranianos que no se acerquen a depósitos de municiones rusos.
A través de su cuenta en Telegram, Aksionov dijo que el Servicio de Seguridad Federal (FSB, la inteligencia interna rusa) había desmantelado una “célula terrorista” de seis miembros en la península. “Están todos detenidos”, precisó el jefe de gobierno. “Las actividades de estos terroristas estaban coordinadas, como era de esperar, desde el territorio del Estado terrorista de Ucrania”. Los detenidos, según el mandatario, eran miembros del grupo fundamentalista islámico Partido de la Liberación, que está prohibido por extremista en Rusia, así como en muchos otros países, desde Alemania a China.
Si bien el FSB emitió un comunicado sobre los arrestos, no aclaró de ninguna manera si se relacionaban con las explosiones del martes en el depósito militar del distrito de Dzhankoi, en el norte de Crimea, que dejaron más de 3.000 evacuados. Sin embargo, mencionaron a Yalta, que queda en esa región, como una de las dos ciudades donde se llevaron a cabo las detenciones de los integrantes de la célula islamista, que fue “neutralizada”, agrega la nota.
La semana pasada, Rusia dijo que los estallidos en una base aérea del distrito de Saki, en Crimea, habían sido resultado de la explosión accidental de municiones. Este martes, por otro lado, el Ejército dijo que las explosiones en el depósito de municiones habían sido un “acto de sabotaje”.
Con estos ataques ucranianos en Crimea, el conflicto abriría otro frente de combate. Así, las poblaciones locales asistirían a una seria escalada en una guerra de casi medio año cuyas hostilidades más intensas se libran en Donetsk, una de las dos provincias del este ucraniano que forman la región del Donbass. Hasta la fecha, miles de personas han muerto y millones tuvieron que abandonar sus casas y convertirse en refugiados o desplazados por el conflicto, que además causó una ola inflacionaria global por un fuerte aumento del precio de la energía y los alimentos.
El mes pasado, Ucrania y Rusia firmaron acuerdos mediados por la ONU y Turquía para desbloquear exportaciones de cereales ucranianos por el mar Negro y tratar de mitigar una crisis alimentaria global desatada por la guerra.
En la jornada de hoy, mientras tanto, el secretario general de la ONU, António Guterres, planea viajar a Ucrania para reunirse con Zelenski y con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, para discutir el estado de las exportaciones ucranianas en virtud del acuerdo. También se espera que hablen del posible envío de una misión de inspección a la sureña planta nuclear ucraniana de Zaporiyia, que está ocupada por tropas rusas y que ha sufrido bombardeos de los que Ucrania y Rusia se han acusado mutuamente.