El muro que podría provocar una guerra en Polonia

La crisis migratoria en la frontera con Bielorrusia generó que las autoridades polacas comenzaran la construcción de una valla divisoria. Estaría terminada en junio.

El gobierno polaco pretende controlar la migración ilegal a través de su frontera y acusó al presidente bielorruso, Aleksandr Lukashenko, de estimularla con una “guerra migratoria”. De modo que, a partir de esta semana, empezó a construir un muro fronterizo que tendrá 5,5 metros de altura y se extenderá a lo largo de 186 kilómetros.

“La verja provisional (de alambre) nos ha ayudado mucho, porque mientras un grupo de migrantes se preparaba a abrirse camino, teníamos tiempo de desplazar personal para impedírselo”, explicó la portavoz de la guardia fronteriza, Krystyna Jakimik-Jarosz. Asimismo, ante la preocupación que suscitó entre los activistas ecológicos, aseguró que el gobierno hará todo lo posible para que los daños medioambientales sean mínimos.

La imponente barrera metálica, cuya finalización está prevista para mediados de junio, está presupuestada aproximadamente en 340 millones de euros, de los cuales 24 millones corresponden a la instalación de medidas de vigilancia electrónica. No obstante, la decisión de levantar un muro fronterizo se discutió por primera vez en noviembre de 2021, en el peor momento de la ola migratoria que, según los funcionarios de Varsovia, impulsó a decenas de miles de personas a ingresar ilegalmente en territorio polaco a través de los 399 kilómetros de frontera común entre ambos países, con la complicidad de las autoridades bielorrusas.

Además, la portavoz de la guardia fronteriza calificó la situación como “guerra híbrida” y estableció que la frontera esté protegida con 15.000 efectivos policiales y militares. Por añadidura, el gobierno endureció sus leyes de extranjería para permitir expulsiones inmediatas de los inmigrantes “indeseados” hacia sus países de origen y denegar peticiones de asilo en la mayoría de los casos.

Lo cierto es que entre octubre de 2021 y enero de 2022 se produjeron más de 40.000 intentos frustrados de infiltración ilegal desde Bielorrusia y, al menos, una docena de personas perdieron la vida debido a las bajas temperaturas, enfermedades respiratorias o deshidratación. Hasta el momento, cualquier persona no residente tiene prohibido el acceso al perímetro fronterizo, incluidos periodistas y organizaciones humanitarias, lo que ha despertado una seria preocupación de los organismos de derechos humanos, pues temen que los migrantes no puedan solicitar asilo.

“Sellar la frontera polaca es nuestro interés nacional. Pero hoy está en juego la estabilidad y la seguridad de toda la Unión Europea (UE). Este ataque híbrido del régimen de Lukashenko está dirigido a todos nosotros. No seremos intimidados y defenderemos la paz en Europa con nuestros socios de la OTAN y la UE”, publicó a través de sus redes sociales el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki.

Bielorrusia, por su parte, insiste en rechazar estas acusaciones “sin fundamento” en su contra: “El Ministerio de Defensa bielorruso considera infundadas e injustificadas las acusaciones de la parte polaca”, señalaron las autoridades del país a través de un comunicado oficial, que también denuncia la actitud de Varsovia de aumentar deliberadamente las tensiones entre ambos países.

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