El Papa Francisco visitó Luxemburgo y luego arribó a Bélgica
El sumo pontífice inició ayer su 46º viaje internacional.
En una breve visita a Luxemburgo de solo ocho horas, el Papa Francisco se reunió en la catedral de Notre Dame de ese país con una representación del clero local.
El pontífice, de 87 años, sugirió que un aumento de la ayuda exterior podría contribuir a frenar el flujo de refugiados y migrantes que tratan de entrar en Europa. "No olvidemos que la riqueza conlleva una responsabilidad", enfatizó en una reunión de líderes políticos y civiles en el Cercle Cite de Luxemburgo, un palacio neobarroco. Allí tuvo un encuentro con el gran duque de Luxemburgo y el primer ministro, Luc Frieden.
Luego, el Papa viajó a Bruselas (Bélgica) para cumplir con la segunda etapa de su viaje apostólico al centro de Europa.
Francisco llegó a última hora de la tarde al aeropuerto militar de Melsbroek, donde fue recibido al pie del avión papal por los monarcas, el primer ministro belga en funciones, Alexander De Croo, los obispos belgas, los rectores de las dos universidades de Lovaina, entre otros dirigentes civiles y eclesiásticos.
En la jornada de hoy se reunirá oficialmente con los reyes Felipe y Matilde en el Castillo de Laeken, aunque el principal motivo de la visita es participar en el inicio de las conmemoraciones por el 600 aniversario de la Universidad Católica de Lovaina, fundada en 1425.
Asimismo, el jefe de Estado del Vaticano tiene previsto reunirse con un pequeño grupo de víctimas de abusos sexuales por parte de la Iglesia belga.
El viaje finalizará el domingo 29 de septiembre con la misa en el estadio “Rey Balduino”, donde se esperan 35.000 fieles y en la que beatificará a la española Ana de Jesús, monja de la Orden de las Carmelitas Descalzas, quien fue discípula de Santa Teresa de Jesús y la encargada de recopilar todas sus obras.