El rey emérito de España abandona su país en medio de un escándalo

Juan Carlos I, que fue una figura clave para la salida del franquismo y el resurgimiento ibérico, terminó autoexiliándose, a causa de serias acusaciones por corrupción.

El rey emérito de España, Juan Carlos I, comunicó este lunes a su hijo y actual monarca, Felipe VI, que abandona el país, una decisión histórica que convulsionó la política española en medio del avance de la investigación sobre sus cuentas en Suiza con dinero presuntamente procedente de coimas sauditas.

“Es una decisión que tomo con profundo sentimiento, pero con gran serenidad”, explicó el exmonarca en una carta que reprodujo la Casa Real en un comunicado.

Nacido durante el exilio de sus padres en Roma, Juan Carlos fue una figura clave en la vuelta a la democracia española tras la muerte del dictador Francisco Franco en 1975 y en el dictado de la Constitución española de 1978. Además, encabezó la resistencia a la asonada militar de 1981 conocida como el “Tejerazo”, por el nombre del uniformado que entró a las Cortes portando un arma.

Tras la bonanza económica sobre todo de las décadas de los 80 y 90, el exsoberano gozó de una gran popularidad entre la sociedad española hasta los últimos años, cuando comenzó a ser cuestionado por distintos escándalos. Todo esto lo llevó a presentar su renuncia al cargo en junio de 2014, en favor de su hijo Felipe.

Desde hace semanas, el gobierno de coalición presionaba para que la Casa Real actuara frente al escándalo en el que está involucrado Juan Carlos, quien está siendo investigado por blanqueo y comisiones ilegales por la Justicia suiza y por el Tribunal Supremo español.

La comunicación de la polémica decisión de autoexilio llegó cuando el rey emérito, de 82 años, ya había abandonado España, según medios locales, aunque hasta anoche se desconocía su destino.

La posición del Ejecutivo español, encabezado por el socialista Pedro Sánchez, es de “respeto” a la decisión comunicada y “reconocimiento del sentido de ejemplaridad
y transparencia que siempre han guiado al rey Felipe VI desde su llegada a la jefatura del Estado”.

Sin embargo, el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, expresó su desacuerdo vía Twitter: “La huida al extranjero de Juan Carlos de Borbón es una actitud indigna de un ex jefe de Estado y deja a la monarquía en una posición muy comprometida”. “Por respeto a la ciudadanía y la democracia española, Juan Carlos I debería responder por sus actos en España y ante su pueblo”, añadió.

En la carta a su hijo, el rey Juan Carlos de Borbón afirmó que le transmite su “meditada decisión” de trasladarse en este momento fuera de España, “ante la repercusión pública que están generando ciertos acontecimientos pasados de mi vida privada”, con el propósito de “contribuir a facilitar el ejercicio de tus funciones”.

En el mismo comunicado, Felipe VI agradeció a su padre la decisión y remarcó la “importancia histórica que representa su
reinado y legado, como “obra política e institucional de servicio a España y a la democracia”.

El 27 de julio, la Audiencia Nacional de España imputó a la examante de Juan Carlos, la empresaria Corinna Larsen, y la citó a declarar el 8 de septiembre, tras la reapertura de una causa judicial por presunto cohecho revelado a través de unas escuchas en las que hablaba de las finanzas ocultas del exmonarca.

La máxima instancia penal tomó la decisión de oficio en base a documentación remitida por la Policía Judicial española a Suiza, que ya derivó en el inicio de una investigación preliminar de la fiscalía del Tribunal Supremo para determinar si Juan Carlos cometió delitos de blanqueo o fiscales.

Borbón no puede ser investigado por la Audiencia Nacional por sus fueros, por ello lo está haciendo el Supremo.

Su abogado, Javier Sánchez Junco, afirmó que el rey emérito “permanece a disposición de la fiscalía” del Supremo, que investiga el cobro de coimas de parte de la dinastía saudita por la adjudicación del tren de alta velocidad a La Meca a empresas españolas en 2008.

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