Entre huracanes y Covid-19, Centroamérica se mantiene alerta
La Organización Panamericana de la Salud anticipó el aumento de casos del virus tras el paso del Iota y el Eta por la región.
El paso del huracán Eta por Nicaragua el 3 de noviembre pasado provocó deslizamientos de tierra e inundaciones que dejaron a decenas de personas muertas o desaparecidas. En plena recuperación, la tormenta tropical Iota, que alcanzó la categoría 5 en algunos tramos, causó serios destrozos en la región.
Frente a este panorama, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) sostuvo que la respuesta al Covid-19 en Centroamérica está siendo amenazada por la temporada de huracanes, y anticipó que podría haber un aumento de contagios tras el paso de Iota y Eta.
En este sentido, el director de Emergencias Sanitarias de la OPS, Ciro Ugarte, destacó la devastación librada por Iota, a solo dos semanas del golpe de su predecesora. “El incremento de casos de Covid-19 todavía no se puede apreciar, pero es muy probable que se incrementen en las próximas semanas”, aseguró durante una rueda de prensa.
Ugarte remarcó que puede tomar entre cinco y siete días desde que una persona expuesta al coronavirus comienza a mostrar síntomas, sumándose además al tiempo adicional que demanda la detección de nuevos casos y la posterior notificación a las autoridades sanitarias.
“Las condiciones posteriores a un huracán aumentan el riesgo de exposición y facilitan la transmisión, particularmente en situaciones de emergencia cuando es difícil mantener la distancia física, la ventilación, el uso de mascarillas y la higiene de las manos”, destacó.
“El tiempo, la magnitud y la intensidad dependerá de la exposición y de las medidas de salud pública implementadas, pero pueden pasar dos semanas o más antes de ver un aumento significativo en los casos”, agregó el directivo de la OPS.
Además de Nicaragua, Honduras y Colombia, Iota y Eta también provocaron destrozos en Guatemala, El Salvador y Panamá.
De acuerdo a lo informado por la autoridades nicaragüenses, hasta el momento se registraron 16 muertes. Además, el Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred) del país centroamericano destacó que alrededor del 99,5% de las propiedades en la costa del Caribe de Nicaragua carecen de electricidad.
Frente a los reportes de la región, Ugarte alertó sobre la necesidad de garantizar el acceso a agua y saneamiento para los damnificados. Asimismo, dijo que la OPS envió equipamiento de protección personal para la atención de pacientes con Covid-19, y movilizó otros recursos para mantener la continuidad en los servicios de salud.
Iota tocó tierra el lunes pasado en Nicaragua y dejó al menos 25 muertos en su paso por Centroamérica. Respecto a Eta, cabe recordar que su contacto con las costas nicaragüenses tuvo lugar a principios de noviembre, antes de volverse tormenta tropical. Las inundaciones generalizadas y los deslizamientos de tierra provocados por la tormenta tropical terminaron con la vida de 200 personas.