Escándalo en Israel por declaraciones racistas de un ministro

Bezalel Smotrich, ministro de Finanzas, quedó envuelto en un escándalo tras conocerse un audio en el que se proclamó “homofóbico, racista y fascista”.

El líder del partido nacionalista Sionismo Religioso y ministro de Finanzas en el gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu, Bezalel Smotrich, quedó envuelto en un escándalo tras conocerse el audio de una conversación que mantuvo meses atrás, en la que se proclamó “homofóbico, racista y fascista”.

En su momento el funcionario afirmó: “Soy una persona de extrema derecha, homofóbica, racista y fascista, pero mi palabra nunca está en entredicho”. En este sentido, los ataques de Smotrich contra la comunidad Lgbti+ se remontan desde hace tiempo.

Recientemente fue uno de los artífices de una Ley, aún no discutida en el Congreso, que permitiría negarse a prestar un servicio a un cliente por profundas convicciones religiosas. El gerente de un hotel, por ejemplo, no sería procesado si se negara a recibir a un par de clientes homosexuales.

En un país que es una isla de tolerancia sexual en Medio Oriente y que presume en su imagen internacional de las multitudinarias Marchas del Orgullo Gay en Tel Aviv y Jerusalén, las palabras de Smotrich previsiblemente causaron reacciones en cadena.

Ran Shelhavi, director general de la Asociación LGBT, dijo que estaba seguro de que sus posturas no representan el pensamiento de la mayoría de los israelíes, ni el de la mayoría de los judíos religiosos.

Advirtió que si hay iniciativas hostiles a los homosexuales del nuevo gobierno de Netanyahu -apoyado por dos partidos ortodoxos y tres listas de extrema derecha, una de las cuales es abiertamente homófoba- “podríamos paralizar la economía”.

Para el congresista Simcha Rothman, presidente del Comité Parlamentario de Legislación y representante del sionismo religioso, se trató de una polémica “completamente innecesaria”.

“Lo de la comunidad Lgbti+ es un tema que quizás agita a una pequeña parte de los medios, pero no a los israelíes de a pie. En cualquier caso, no tenemos ninguna intención antigay”, expuso.

Mientras en Jerusalén la Policía dispersaba por la fuerza una manifestación de estudiantes universitarios del Instituto de Bellas Artes, en el Parlamento Netanyahu se ocupaba de rechazar las acusaciones que le endilga la oposición de centroizquierda y aseguraba que va directo hacia una reforma profunda del sistema judicial.

Su principal rival político, el ex primer ministro Yair Lapid, respondió que “es peligroso ver que Netanyahu ahora es un prisionero de los extremistas racistas”. Y agregó: “La cuestión ya no es de derecha o de izquierda. En todo caso: amor al prójimo u odio”.

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