España registra 40 casos de la viruela del mono
El Gobierno de ese país estudia las opciones terapéuticas más eficaces, como antivirales y vacunas.
España registró 40 pacientes confirmados de viruela del mono, donde se investigan ya posibles casos sospechosos en nueve regiones. Madrid es la región que mayor número de confirmados acumula, con 34, y otros 38 sospechosos, cuyo foco estuvo en su mayoría en un sauna gay de la capital, de acuerdo a lo que reportaron las autoridades sanitarias.
La viruela del mono, según el coordinador del grupo de enfermedades infecciosas de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes), José González del Castilla, se contagia por contacto estrecho, pero también por vía respiratoria, aunque nunca con una transmisión aérea tan alta como la del Covid-19.
La viruela del mono se transmite por contacto y exposición a gotas, ya sea a través de saliva, excreciones respiratorias, exudado de lesiones o material de costra, y el período de incubación de la enfermedad oscila entre los seis y trece días.
Tras detectarse los primeros casos en Madrid la semana pasada -el viernes eran siete los casos confirmados-, el Ministerio de Sanidad español aprobó un protocolo para la detección precoz de los casos de viruela del mono, mientras estudia las opciones terapéuticas más eficaces, "como antivirales y vacunas".
Los expertos recomiendan a los contactos estrechos de los infectados guardar una cuarentena de 21 días, que es el período de incubación del virus.
Por su parte, el enfermo debería aislarse hasta que las pústulas -llagas pequeñas con pus- producidas por la enfermedad se hayan caído.
Otras regiones donde se detectaron posibles casos de viruela del mono son País Vasco, Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura, Galicia, Comunidad Valenciana y Aragón.
Actualmente no existen tratamientos antivirales específicos disponibles para tratar la viruela del mono en humanos, pero la enfermedad, que no es grave y dura entre dos y cuatro semanas, provoca fiebre, dolores musculares, lesiones en la piel e inflamación de los ganglios linfáticos.
No obstante, advirtieron que los inmunodeprimidos podrían desarrollar cuadros de sobreinfección bacteriana o encefalitis.