Estados Unidos colma la paciencia de China
Las provocaciones de la armada estadounidense a la milicia china no cesan: por segunda vez ingresan portaviones a aguas orientales.
Las provocaciones de la armada estadounidense a la milicia china parecen no cesar, ya que por segunda vez en menos de quince días el Ejército norteamericano ingresó con dos portaviones a realizar maniobras en territorio marítimo oriental.
Los acorazados USS Nimitz y USS Ronald Reagan realizaron maniobras en el mar de la China Meridional por segunda vez en dos semanas, según ha anunciado la armada de Estados Unidos este 17 de julio. Estas naves de guerra
ya realizaron ensayos militares en las mismas aguas del 4 al 6 de julio y han regresado a la zona este
viernes.
Ante la polémica que genera la presencia de los militares estadounidenses, sus voceros han asegurado que los grupos de ataque del USS Nimitz y USS Reagan operan “donde permita la ley internacional” para reforzar “su compromiso con un Indo-Pacífico libre y abierto y un orden internacional basado en las leyes” y fortalecer lazos con sus aliados y socios en la región.
La presencia de los portaviones no es una respuesta a eventos políticos, según indicaron desde el país del Norte, a pesar que desde hace meses las relaciones de Washington y Pekín sufren una escalada de tensión en la disputa de territorios en el mar de la China Meridional, en la que los americanos no tienen ningún derecho.
Además, el secretario de Estado norteamericano, Michael Richard “Mike” Pompeo, declaró que “las cosas han cambiado dramáticamente” en esas aguas y prometió que EE. UU. usará “todas las herramientas disponibles” para apoyar a los países de la región que opinen que China violó su soberanía.
A esta afrenta, la Embajada de China en Estados Unidos instó a Washington a detener sus “intentos de perturbar y sabotear la paz y la estabilidad de la región”y aseguró que la declaración de Pompeo “ignora los esfuerzos de China y
los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) en favor de la paz y la estabilidad en el mar de la China Meridional, distorsiona deliberadamente los hechos y el derecho internacional (...), exagera la situación en la región e intenta sembrar la discordia entre China y otros países litorales”.
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