Estados Unidos incluyó en la “lista negra” al fabricante israelí del programa Pegasus

NSO Group entró en la lista de compañías prohibidas por el país norteamericano por ser una amenaza para la seguridad nacional. Esto implica que las exportaciones que pudieran recibir de organizaciones estadounidenses se verían restringidas.

El gobierno de Estados Unidos anunció este miércoles que una empresa israelí que de­sarrolló un programa que permitió espiar a personalidades de todo el mundo fue añadida a su lista de compañías prohibidas, por ser una amenaza para la seguridad nacional.

La compañía NSO Group, fabricante del polémico programa Pegasus, dijo estar “consternada” por la decisión del Departamento de Comercio de Estados Unidos se sumarla a su lista de empresas prohibidas.

En julio pasado, investigaciones publicadas por un consorcio de 17 medios de comunicación internacionales revelaron que Pegasus había permitido espiar los números de periodistas, políticos, activistas o líderes empresariales de varios países.

Los teléfonos infectados con Pegasus se convierten básicamente en aparatos de espionaje de bolsillo. Permiten al usuario leer los mensajes del afectado, mirar sus fotos, conocer su localización e incluso encender la cámara sin que lo sepa.

“Estas herramientas han permitido a gobiernos extranjeros aplicar represión transnacional, que es la práctica de gobiernos autoritarios para seguir a opositores, periodistas y activistas fuera de sus fronteras para silenciar la disidencia”, dijo el Departamento de Comercio al anunciar su decisión.

NSO Group dijo que trabajará para que la decisión se revierta. “La empresa está consternada por la decisión” de Estados Unidos, dijo un vocero de la compañía, con sede en las afueras de Tel Aviv.

La empresa “trabajará para garantizar que esta decisión se modifique”, agregó el portavoz, quien además asegura tener una “carta ética rigurosa basada en los valores estadounidenses”.

El Departamento de Comercio también incluyó en la lista a la compañía israelí Candiru, al Computer Security Initiative Consultancy PTE (Coseinc) de Singapur y a la firma rusa Positive Technologies.

La adición de estas compañías implica que las exportaciones que pudieran recibir de organizaciones estadounidenses se vean restringidas. Ahora es mucho más difícil para partes estadounidenses venderles información o tecnología.

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