Europa busca enfrentar la crisis energética

La Unión Europea se comprometió ayer a presentar un conjunto de acciones. “Propondremos medidas sin precedentes en la próxima semana, para una situación también sin precedentes”, afirmó la comisaria de Energía.

La Unión Europea (UE) se comprometió ayer a presentar un conjunto de “medidas sin precedentes” a fin de enfrentar la crisis energética, impulsada por la guerra en Ucrania, aunque los países del bloque exhibieron matices en sus posturas ante algunas probables acciones como la de imponer un máximo al precio del gas ruso importado.

“Propondremos medidas sin precedentes en la próxima semana, para una situación también sin precedentes”, explicó Kadri Simson, comisaria de Energía, al final de una reunión extraordinaria de ministros de Energía de los países del bloque en Bruselas.

En este encuentro, los funcionarios discutieron la posibilidad de adoptar un tope en el precio del gas importado, en medio de un aparente consenso acerca de la necesidad de medidas urgentes ante las alzas históricas en las facturas de los hogares.

Por la manera en la que está homologado el mercado en la UE, el precio del gas eleva a su vez el de la electricidad, y los países buscan ahora la forma de evitar ese efecto contagio.

En el encuentro también se debatió limitar los ingresos de las empresas de electricidad que tienen bajos costos de producción (o sea, que no dependen del gas como las renovables y nuclear), además de proponer políticas que impulsen al ahorro de la luz.

Josef Sikela, titular de Industria de República Checa (país que ejerce la presidencia semestral de la UE), apuntó en un comunicado que los ministros pidieron a la Comisión Europea (brazo ejecutivo del bloque) “que presente una propuesta sólida y tangible en cuestión de días” sobre cómo avanzar en esta cuestión.

En el marco de una conferencia de prensa, Sikela afirmó que había apoyo mayoritario a la idea de un tope al precio del gas, aunque solicitó tiempo para definir cómo se implementaría la iniciativa.

La prioridad, expresó Simson, es intensificar contactos con los países “más dependientes del gas ruso en este momento, porque escuché algunas afirmaciones de que enfrentan dificultades para encontrar rutas alternativas de suministro”, según consignó la agencia de noticias AFP.

Los países del bloque, consideró la funcionaria, “suelen ser muy reacios a apoyar medidas vinculantes, pero esto es exactamente lo que está considerando la Comisión”.

En tanto, en Berlín, el jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz, señaló que había “propuestas muy diferentes”, y agregó que “es necesario tener en cuenta la situación” de cada país miembro, porque “son muy diferentes”.

La idea de un tope al precio del gas ruso motivó una fuerte reacción del Kremlin, que advirtió que, en caso de que esa idea prospere, Rusia adoptará una suspensión total del suministro.

“No entregaremos nada en absoluto si es contrario a nuestros intereses, en este caso económicos. Ni gas, ni petróleo, ni carbón (...). Nada”, expresó el presidente Vladimir Putin.

Ante esta situación, una de las alternativas en discusión es que los países de la Unión Europea negocien conjuntamente con los principales proveedores de gas, como Noruega, Argelia o los Estados Unidos, a fin de obtener mejores condiciones.

Los Estados miembros “piden nuevas ideas sobre cómo limitar el precio del gas”, dijo la ministra francesa de Transición Energética, Agnes Pannier-Runacher.

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