Juan Carlos I pidió inmunidad ante los tribunales británicos

El rey emérito de España enfrenta una denuncia por acoso de parte de su ex amante Corinna zu Sayn-Wittgenstein.

Juan Carlos I de España intentó eludir una demanda por acoso de su ex amante Corinna zu Sayn-Wittgenstein ante la justicia británica, escudándose en la inmunidad que le otorga ser parte de la familia real española. 

Daniel Bethlehem, su abogado, argumentó en un tribunal civil de Londres que, en virtud de la ley británica de inmunidad del Estado de 1978, Juan Carlos no puede ser juzgado por los tribunales ingleses y que cualquier acusación en su contra debe presentarse ante la justicia española. "Esto no sitúa a su majestad por encima de la ley, sino que solo reconoce que, dada su posición constitucional, está sometido a la jurisdicción del Tribunal Supremo de España, y solo del Tribunal Supremo de España", afirmó el abogado ante el magistrado Matthew Nicklin de la Alta Corte londinense. Y alegó el "interés público en la protección de la dignidad del soberano y los miembros más cercanos de la familia real".

Por su parte, el abogado de Sayn-Wittgenstein, Jonathan Caplan, argumentó que el rey emérito perdió su inmunidad en Inglaterra al renunciar a su condición de soberano cuando abdicó en 2014.

Sayn-Wittgenstein reclama a Juan Carlos "daños personales" por el "gran dolor mental, alarma, ansiedad, angustia" que dice haber sufrido, luego de que ella lo rechazara tras romper la relación. En ese momento, el exsoberano comenzó con un "patrón de conducta equivalente al acoso", precisa la demanda, aún no aceptada en Inglaterra.

Juan Carlos I "rechaza las acusaciones formuladas contra él y niega en los términos más enérgicos cualquier presunta infracción por parte del Estado español", afirmó Bethlehem. La audiencia sobre la inmunidad se prolongará hasta mañana, pero no se prevé que el juez Nicklin emita una decisión en lo inmediato.

Juan Carlos I, de 83 años y quien desde 2020 vive en los Emiratos Árabes Unidos, abdicó en 2014 en favor de su hijo Felipe VI, a raíz de una serie de escándalos que comenzaron en 2012 con una cacería de elefantes en Botsuana. Durante ese viaje fue acompañado por Sayn-Wittgenstein, una empresaria danesa divorciada de un príncipe alemán del que conservó el apellido, aunque también se la conoce por su nombre de soltera, Corinna Larsen. Ella, que afirma haber sido amante de Juan Carlos I entre 2004 y 2009 -hasta 2014 según algunos observadores reales-, intenta presentar una demanda civil contra él en el Reino Unido, donde ella tiene dos residencias.   

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