La Cámara de Diputados de México aprobó la reforma del Poder Judicial

La reforma del Poder Judicial en México, propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, que busca elegir por voto popular a jueces y magistrados y a los ministros de la Suprema Corte de Justicia, fue aprobada el día de ayer gracias a una amplia mayoría en la Cámara de Diputados. El proyecto contó con 359 votos a favor y 130 en contra. Ahora, la propuesta se vuelca al Senado, donde volverá a ser debatida.

La reforma, además de proponer la elección popular de jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia, busca la reducción de 11 a nueve ministros de la Suprema Corte y la modificación de su mandato de 15 a 12 años. La reforma también contempla la eliminación de la pensión vitalicia para los actuales y futuros ministros de la Corte, un ajuste en sus salarios y la creación de nuevas instituciones para supervisar el Poder Judicial, como el Tribunal de Disciplina Judicial. Bajo estos puntos, el oficialismo asegura que intenta tener un Poder Judicial más transparente y accesible para los ciudadanos.

Más allá de algunas manifestaciones internas, la reforma provocó tensiones diplomáticas, particularmente con Estados Unidos, cuyo embajador, Ken Salazar, expresó su preocupación por el impacto que los cambios podrían tener en las relaciones comerciales entre ambos países. “Aprobado en lo general y en lo particular con las modificaciones aceptadas por la Asamblea por 359 votos, el proyecto de decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia de Reforma del Poder Judicial. Pasa al Senado de la República para sus efectos constitucionales”, indicó Sergio Gutiérrez Luna en su calidad de vicepresidente de la Mesa Directiva, dando punto final a una maratónica sesión de 18 horas.

Por su parte, Mario Delgado, actual dirigente nacional del oficialismo expresó: “Se da un paso para hacer realidad los anhelos de justicia del pueblo de México. Mientras la oposición representa los intereses de las altas esferas del Poder Judicial, nuestras diputadas y diputados cumplen su palabra y representan a la mayoría de pueblo”. Si el Senado termina por aprobarla, la reforma judicial tiene que ser aprobada por la mitad de los Congresos locales del país. Si esto último ocurre, la reforma judicial quedará plasmada en la Constitución.