La Corte Suprema de Estados Unidos rechazó la obligatoriedad de la vacuna
“Estoy decepcionado de que bloqueen requisitos sanitarios de sentido común, que pueden salvar vidas”, se lamentó el presidente Joe Biden, impulsor de la iniciativa.
La Corte Suprema de Estados Unidos bloqueó ayer la decisión del presidente Joe Biden de imponer la vacunación obligatoria contra el coronavirus en las empresas de más de 100 empleados, lo que representa un duro revés a los intereses y esfuerzos del líder demócrata, quien reaccionó con decepción.
En contraste, el máximo tribunal validó la obligación de inoculación para los empleados de instituciones sanitarias que dependen de fondos federales.
Los seis jueces conservadores de la corte votaron contra la iniciativa propuesta por Biden en septiembre para que la vacunación y los test semanales fueran obligatorios en grandes empresas, mientras que los tres magistrados liberales opinaron en sentido contrario.
“Estoy decepcionado de que la Corte Suprema haya decidido bloquear unos requisitos de sentido común, que pueden salvar vidas y que estaban dirigidos a empleados de grandes empresas, basados directamente en la ciencia y la ley”, lamentó el mandatario demócrata en un comunicado.
Biden aprovechó para pedirles a los empresarios “hacer lo correcto para proteger la salud y la economía de los estadounidenses”.
En el caso de los trabajadores sanitarios, la obligatoriedad fue aprobada en una votación 5-4, en la que los jueces conservadores John Roberts y Brett Kavanaugh votaron junto a los tres liberales.
El polémico fallo, que seguramente dará que hablar, podría modificar la decisión que pocas horas antes adoptó el Departamento de Defensa de relevar a seis comandantes del Ejército por negarse a cumplir el mandato presidencial de la vacunación obligatoria y emitir cerca de 3.000 resoluciones punitivas para aquellos soldados que se resisten todavía a ser inmunizados.
Por el momento, el Ejército todavía no tomó otras medidas contra los 2.994 efectivos que fueron reprendidos por no acatar las normas de Defensa, que fijó como fecha límite para la vacunación el 15 de diciembre de 2021.
Hasta ahora, el 96% de los soldados en servicio activo tienen la pauta completa de vacunación y ninguno de los cuerpos que conforman las Fuerzas Armadas otorgó una exención para vacunarse por motivos religiosos, a pesar de haber recibido cerca de 2.150 solicitudes.
En el caso de la Marina, hay 5.209 militares en servicio que siguen resistiéndose a ser inoculados, de los cuales 20 ya fueron sancionados.
La cuestión de la obligatoriedad en las Fuerzas Armadas causó el previsible rechazo de algunos líderes republicanos, como el gobernador de Texas, Greg Abbott, quien anunció a principios de mes que demandaría al Ejecutivo por lo que considera una medida anticonstitucional.
A la vez, abogó por permitir que los efectivos de la Guardia Nacional destinados en ese estado puedan saltarse la prohibición y desarrollar su labor sin inyectarse.
El Departamento de Defensa impuso la vacuna obligatoria para todos los efectivos militares de los distintos cuerpos de las Fuerzas Armadas el pasado 24 de agosto, dando a cada uno de sus responsables la autoridad para redactar sus propias guías de planes de actuación, de implementación y cronogramas.