La ONU advirtió que la crisis climática abrió “las puertas del infierno”

Así lo alertó el secretario general de Naciones Unidas al inaugurar una cumbre sobre el tema con líderes de más de 30 países reconocidos por sus luchas contra el cambio climático.

El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, pronunció palabras impactantes y sombrías du­rante la inauguración de la Cumbre sobre la Ambición Climática, un evento de alto nivel que se llevó a cabo al margen de la 78 ° Asamblea General de la ONU. En esta línea, advirtió que la crisis climática, provocada por la actividad humana, ha abierto “las puertas del infierno”, al tiempo que llamó a la acción global urgente.

Este evento, que reunió a líderes de más de 30 países reconocidos por sus esfuerzos en la lucha contra el cambio climático, se celebró en la sede de la ONU en Nueva York, pero sorprendentemente no contó con la presencia de dos de los principales contaminantes del mundo, China y Estados Unidos.

Asimismo, el secretario general destacó que la crisis climática provocó sequías, inundaciones, temperaturas extremas y devastadores incendios forestales. Al respecto, declaró: “La humanidad ha abierto las puertas del infierno”. Además, advirtió que, si no se realizan cambios significativos, el mundo se dirige hacia un aumento de la temperatura global de 2,8 grados Celsius, lo que llevaría a un mundo “peligroso e inestable”.

Sin embargo, Guterres dijo que el futuro aún no está sellado y exhortó a los líderes presentes a asumir la responsabilidad de revertir este curso alarmante. Afirmó que aún es posible cumplir con la meta del Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados Celsius para fines de siglo, en comparación con la era preindustrial del siglo XIX.

Entre los países y bloques invitados a la cumbre se encontraban Brasil, Canadá, Colombia, Chile, Egipto, Alemania, la Unión Europea y Dinamarca. La ONU destacó que esta reunión marcaba un hito político fundamental en la lucha contra el cambio climático, al demostrar la voluntad global de acelerar la transición hacia una economía basada en energías renovables y resiliente al clima.

En este contexto, la organización propuso un “pacto de solidaridad climática” para que los principales emisores de gases de efecto invernadero reduzcan las emisiones y apoyen a las economías emergentes en su transición hacia fuentes de energía más limpias.

En su Agenda de Aceleración, que aboga por la “justicia climática”, la ONU insta a los gobiernos a alcanzar emisiones netas cercanas a cero para los países desarrollados en 2040 y para las economías emergentes en 2050. También hizo un llamado a cumplir con el compromiso de aportar 100.000 millones de dólares para ayudar a los países en ­desarrollo y reponer el Fondo Verde para el Clima.

Si bien el secretario general reconoció que una cumbre por sí sola no cambiará el mundo, instó a los líderes presentes a aprovechar este momento como un poderoso impulso hacia un futuro más sostenible y resiliente ante los desafíos del cambio climático.

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