Londres: los policías dejaron las armas en modo de protesta

Es por un caso de “gatillo fácil”.

Un policía londinense fue condenado, acusado de haber matado a un joven negro de un disparo, en un caso conocido en Argentina como “gatillo fácil”. Por eso, un centenar de agentes iniciaron un paro y entregaron sus armas.

El hecho ocurrió hace un año, en un barrio del sudoeste de la capital del Reino Unido, pero la condena se conoció ahora. Chris Kaba, un trabajador de la construcción que estaba a punto de ser padre, se volvió una bandera en los barrios y reavivó el debate sobre el uso de la fuerza por parte de la policía.

Por esta protesta, el Ministerio de Defensa ofreció apoyo militar a la policía en Londres, propuesta que fue calificada como una “opción de contingencia” que solo se implementaría en circunstancias excepcionales.

Según señalaron los policías, a partir de este caso, muchos oficiales “sienten que el riesgo de ser acusados por la justicia es muy grande”. También revelaron que la decisión de renunciar a portar armas no se trata de una protesta coordinada, sino que surgió de oficiales genuinamente preocupados por su seguridad y la de sus familias.

Según datos oficiales, en abril había 2.595 agentes autorizados a portar armas de fuego en la Policía Metropolitana, cifra que ha disminuido constantemente cada año desde 2018, cuando había 2.841.

La ministra del Interior, Suella Braverman, ofreció su “apoyo total” a los policías armados, alegando que estos oficiales se enfrentan a decisiones de vida o muerte en momentos de extrema presión y no deberían vivir con el temor de ser acusados.

Por su parte, el jefe de la Policía Metropolitana, Mark Rowley, solicitó una revisión integral del procedimiento policial armado, expresando preocupaciones sobre la protección legal de los oficiales y sugiriendo que el sistema actual podría estar debilitando su autoridad y eficacia.

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