Los 'chalecos amarillos' volvieron a las calles de París
Los seguidores del movimiento 'chalecos amarillos' llaman a una protesta nacional contra la reforma de pensiones a pesar de las medidas anticoronavirus en Francia. Casi 200 detenidos.
Casi 200 detenidos en la manifestación de los 'chalecos amarillos' en Francia. Al menos 193 manifestantes han sido arrestados este sábado durante una nueva jornada de protesta de los 'chalecos amarillos' para reivindicar cambios en el sistema político de Francia.
"Dispositivo desplegado por la Prefectura de Policía para la jornada de manifestaciones del 12 de septiembre. 23 arrestos a las 09.15 hora local (07.15 GMT)", indicó la Policía en Twitter. Las autoridades quieren evitar que la nueva movilización de los "chalecos amarillos" provoque una oleada de destrozos en los Campos Elíseos.
"Hay un problema de serenidad en esta avenida, que es la vitrina de nuestro país", dijo el prefecto de policía de París, Didier Lallemet, en una rueda de prensa este sábado, justificando la razón de la prohibición.
Pese a ello, las tiendas de la popular avenida aparecían esta mañana completamente blindadas ante el temor de que pueda haber destrozos y siguiendo las propias instrucciones de la Policía que les recomendó cerrar a primera hora de la mañana e instalar protección.
El líder opositor de izquierda Jean-Luc Mélenchon ha felicitado a los 'chalecos amarillos' por la movilización. "Bravo por los insumisos presentes en la manifestación de los 'chalecos amarillos'", ha publicado Mélenchon en Twitter en un mensaje en el que ha apelado a la calma.
"Reforcemos el rechazo de la violencia porque el prefecto (de la Policía de París, Didier) Lallament está esperando que haya incidentes para lanzar la maquinaria de noquear y encarcelar. Que se absolutamente pacífica", ha apuntado.
El movimiento de los 'chalecos amarillos' surgió a finales de 2018 a raíz de las protestas contra los planes del Gobierno del presidente, Emmanuel Macron, para aumentar los precios del combustible, si bien posteriormente evolucionaron hacia un movimiento más amplio de rechazo a las políticas del mandatario.
En respuesta, Macron anunció un paquete de medidas con un coste de más de 10.000 millones de euros con el objetivo de cumplir algunas de las demandas de los 'chalecos amarillos', como aumentar el salario mínimo y reducir los impuestos a los pensionistas.