Lula defendió el Estado laico y convocó a “discutir las mentiras” de los pastores

El candidato presidencial de Brasil, líder en las encuestas generales, pidió a la población animarse a plantear sus ideas en las iglesias evangélicas.

En Brasil la religión tiene un peso muy importante sobre la población, donde la presencia de las iglesias católica y evangélica es muy relevante. Pese a ello, el expresidente y candidato Luiz Inácio Lula da Silva defendió el Estado laico que rige allí.

Además, se dirigió a la población y les pidió “no permitir” que los pastores evangelistas divulguen mentiras en su contra, al tiempo que se manifestó en contra la “manipulación religiosa” ejercida por el actual mandatario Jair Bolsonaro.

“Les pido que en las iglesias evangélicas no tengan miedo de discutir. Si el pastor habla seriamente, hay que respetarlo, pero si miente, hay que enfrentarlo, porque en nombre de Dios no se pueden contar mentiras ni en Brasil ni en otro lugar del mundo”, señaló.

Lula competirá contra Bolsonaro en las elecciones del próximo 2 de octubre y, por ahora, el líder del Partido de los Trabajadores es favorito en las encuestas. Sin embargo, entre la población evangelista los números no lo acompañan.

En ese segmento se manifestaron más alineados con Bolsonaro, que cuenta con el apoyo de los líderes de grandes cultos evangelistas y que la semana pasada dijo que en caso de victoria, Lula podría cerrar las iglesias.

“Hay muchas noticias falsas religiosas. Están usando los cultos como empresas para ganar dinero o como plataforma política. Yo defiendo el Estado laico; el Estado no tiene que tener religión, tiene que respetar a todas las religiones. Las iglesias no tienen que tener partido y tampoco tener falsos profetas y fariseos que engañan al pueblo”, aseguró Lula.

Según una encuesta de Datafolha del jueves, Lula pierde por 49% a 32% entre la población evangélica, pero en la general gana por 15 puntos de ventaja, con chances de superar el 51% de los votos y vencer en primera vuelta sin necesidad de balotaje.

“Cuando hablo con Dios no necesito curas ni pastores. Lo hago sin pedirle favores a nadie. Hay pastores contando mentiras cuando deberían estar leyendo la Biblia decentemente”, afirmó el exmandatario, quien dijo que “está de moda” hablar de religión en la campaña.

Finalmente, cerró al señalar a sus adversarios políticos que “creían que Lula estaba muerto, que el PT estaba muerto, que la izquierda estaba muerta”, que no es así.

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