Más de 400 personas fueron detenidas en Rusia al intentar despedir a Alexei Navalny

La noticia de la muerte del líder opositor ruso Alexei Navalny generó un profundo impacto en Rusia y en el ámbito internacional. Según un reconocido grupo de derechos hu­manos, más de 400 personas fueron detenidas en Rusia mientras intentaban rendir homenaje a Navalny, quien falleció en una remota colonia penal en el Ártico.

Navalny, de 47 años, era considerado el enemigo más acérrimo del presidente Vladimir Putin y una esperanza para muchos rusos que anhelaban un cambio político en el país. A pesar de enfrentar numerosos retos, incluyendo un envenenamiento con un agente nervioso y varias condenas de prisión, Navalny continuó desa­fiando abiertamente al Kremlin.

La noticia de su muerte ha conmocionado a la opinión pública mundial, con varios líderes políticos responsabilizando al gobierno de Putin por lo sucedido. El presidente estadounidense, Joe Biden, reiteró su postura de que Putin es en última instancia responsable de la muerte de Navalny. “Ya sea que él lo haya ordenado, es responsable de las circunstancias”, afirmó Biden, destacando que esta tragedia refleja la naturaleza del líder ruso.

Cientos de personas en docenas de ciudades rusas acudieron el viernes y el sábado a lugares de recuer­do improvisados y monumentos a las víctimas de la represión política para rendir homenaje al político con flores y velas. En más de una docena de ciudades, la Policía detuvo a 401 personas el sábado por la noche, según el grupo de derechos OVD-Info, que monitorea las detenciones políticas y proporciona ayuda legal.

Entre las personas detenidas du­rante los actos de homenaje a Naval­ny se encuentra un sacerdote de la Iglesia Apostólica Ortodoxa, quien poco después sufrió una apoplejía. Estos eventos subrayan la tensa si­tuación política en Rusia y la determinación de muchos ciudadanos por expresar su apoyo y solidaridad hacia figuras opositoras.