Pedro Sánchez, reelecto como mandatario del gobierno español

El líder socialista, Pedro Sánchez, fue reelecto el jueves como presidente del gobierno español al frente de una coalición con partidos de izquierda e independentistas, en un país dividido por su compromiso de conceder una ley de amnistía a independentistas catalanes a cambio de su apoyo en esta investidura.

En el poder desde 2018, Sánchez cosechó 179 votos a favor en el Congreso de los Diputados, tres más que la mayoría absoluta, y 171 en contra, detalló la presidenta de la Cámara, la socialista Francina Armengol.

Luego de la votación, Armengol manifestó: “Declaro otorgada la confianza del Congreso a don Pedro Sánchez”, precisó agencia de noticias AFP.

En este marco, a las 10 de hoy (hora local), Sánchez jurará su cargo ante el rey Felipe VI, durante una ceremonia que se realizará en el Palacio de la Zarzuela.

De esta manera, el actual mandatario en funciones retornará hoy a ocupar el cargo con todas las atribuciones, que quedaron en suspenso cuando, a horas de perder las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo, tomó la decisión de disolver la Legislatura y convocar a elecciones anticipadas para el 23 de julio, a fin de “someter nuestro mandato a la voluntad popular”.

Cabe recordar que el Partido Socialista español (PSOE) había quedado segundo en los mencionados comicios de julio, por debajo del opositor y derechista Partido Popular (PP) de Alberto Núñez Feijóo, quien recibió encargo de formar gobierno antes que Sánchez, pero no fue capaz de reunir una mayoría en el Congreso de los Diputados.

En tanto, en lo que tiene que ver con las promesas, Sánchez anunció una serie de medidas dirigidas a los sectores populares y entre las mismas se encuentra la rebaja del IVA de los alimentos hasta junio de 2024 y la gratuidad, a partir del primero de enero, del transporte público para todos los menores y jóvenes y para las personas desempleadas.

Por otro lado, además de la amnistía para los independentistas catalanes implicados en la tentativa secesionista de Cataluña en 2017, Sánchez desea impulsar “un nuevo modelo de financiación” que refuerce la autonomía de las regiones españolas.

En este sentido, este compromiso político se traducirá en la anulación de una parte de la deuda de las regiones con el Estado central, comenzando por 15.000 millones de euros de la deuda del gobierno catalán.