Recrudece el conflicto en Jerusalén y el mundo ya está en alerta

Tras el ataque a una sinagoga, en las últimas horas se registró un nuevo hecho de gravedad, esta vez en el barrio de Silwan.

La tensa relación entre Israel y Palestina tuvo nuevos y serios episodios en los últimos días en Jerusalén. En el último caso, un niño palestino de 13 años baleó a dos israelíes en la zona este, lo que encendió aún más las alertas mundiales. Es que este grave episodio ocurrió apenas 24 horas después de la muerte de siete israelíes en el marco de un ataque frente a una sinagoga.

El caso del adolescente que apuntó y disparó el arma contra dos hombres de 47 y 23 años ocurrió en el barrio de Silwan, una zona ocupada anexada a Israel en 1980.

El atacante, identificado como Muhammad Aliyat de Silwan, fue “herido y neutralizado” por las fuerzas de seguridad y trasladado a un hospital, mientras que permanece bajo arresto. Por su parte, las víctimas quedaron fuera de peligro.

¿Qué ocurrió en Jerusalén?

La Policía arrestó a 42 personas relacionadas con el ataque a la sinagoga en la previa del caso de este sábado. En ese episodio, el máximo responsable fue otro joven, de 21 años, que abrió fuego contra las personas congregadas a la salida de una sinagoga durante el sabbat, justo en el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto. Luego de una persecución, el atacante falleció tras ser alcanzado por las balas de las fuerzas de seguridad.

En las horas previas, Israel había bombardeado la Franja de Gaza y señalaron que fue “en respuesta a disparos de cohetes” que habrían lanzado los palestinos. Esto no hizo más que exacerbar las diferencias y hasta los cánticos racistas, ya que, por ejemplo, en un acto se escuchó a un grupo de gente gritar “muerte a los árabes”, mientras que en Palestina justificaban los ataques.

“La operación de Jerusalén es una respuesta natural a la masacre de Je­nín”, apuntó el vocero de Hamas Mohamed Hamadé, en referencia a la muerte de nueve palestinos en una operación militar israelí el jueves pasado. Por su parte, la Yihad Islámica consideró el ataque como “la respuesta natural y legítima a los crímenes de la ocupación y los agravios a los santos lugares”.

Al Fatah, el partido dominante del gobierno palestino, dijo que “la explosión de la situación es el resultado inevitable de la escalada de los crímenes de la ocupación contra nuestro pueblo; lo hemos advertido repetidamente, pero la comunidad internacional no ha respondido a las peticiones de parar la agresión israelí y poner fin al derramamiento de sangre palestina”. Según un informe de la agencia de noticias AFP, el conflicto palestino-israelí se cobró 235 vidas el año pasado, más del 80% de ellas de palestinos.

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