Reino Unido dio marcha atrás con un polémico plan de migración

Iban a alojarlos en un barco.

Ante la compleja situación migratoria en Europa, el Reino Unido había avanzado con un plan para radicar a las personas que llegaban de manera irregular al país en un barco frente a sus costas, pero al final dieron marcha atrás.

En las últimas horas, el gobierno británico abandonó el plan para convertir un crucero en un centro de migrantes, una medida criticada por ONG y por la oposición, tras recibir la negativa de las autoridades portuarias, informaron ayer medios locales.

Las autoridades británicas tenían intención de transformar el barco en un alojamiento flotante para cerca de 500 migrantes cerca de Liverpool, con el objetivo de desalojar algunos de los hoteles convertidos en instalaciones de recepción.

Tanto ONG humanitarias como diputados de la oposición criticaron la iniciativa y pidieron al gobierno que, en cambio, concentre su esfuerzo en reducir el número de solicitantes de asilo a través de una política de integración.

Finalmente, la autoridad portuaria de Londres negó el permiso para atracar una barcaza que iba a funcionar igualmente como centro de detención al este de la capital británica.

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