Rusia atacó una fábrica ucraniana y el Papa pidió el fin de la guerra
A 70 días de su inicio, el conflicto no cesa y se vuelven más fuertes las tensiones. Francisco dijo que quiere hablar con Putin “cara a cara”.
A 70 días del inicio de la operación militar rusa sobre Ucrania que desató la guerra, el Ejército de Vladimir Putin lanzó un ataque armado contra una siderúrgica ucraniana luego de que se evacuaran los civiles.
Se trata de la acería Azovstal, desde donde se pregonaba la resistencia ucraniana en la castigada ciudad de Mariúpol. “Un potente ataque en el área de Azovstal se está llevando a cabo actualmente, con apoyo de blindados y tanques”, dijo Sviatoslav Palamar, subcomandante del batallón Azov, a través de un video.
Antes de producirse el ataque, el Ministerio de Defensa de Rusia anunció que unidades del Ejército ruso y separatistas de Donetsk, la provincia donde queda Mariúpol, iniciaron un ataque con artillería y aviones para destruir las “posiciones de tiro” de combatientes ucranianos que salieron de la planta.
Desde Rusia dicen que Palamar aprovechó el momento de alto el fuego para “tomar posiciones de tiro en el territorio y en los edificios de la fábrica”, mientras desde Kiev aseguran que era para evacuar a los 101 civiles que fueron retirados por la ONU, en coordinación con la Cruz Roja.
A ellos se sumaron otras 26 personas que estaban en Mariúpol y otra localidad cercana controladas por fuerzas de Rusia que llegaron hoy a la ciudad de Zaporiyia. Asimismo, otros 58 civiles se unieron al convoy de vehículos en los que fueron trasladados los evacuados en Manhush, una localidad en las afueras de Mariúpol, según informaron.
El Papa quiere ir a Moscú
En este contexto, habló el Papa Francisco, el líder de la Iglesia cristiana, quien pidió por el fin del conflicto bélico y señaló sus intenciones de dirigirse a Moscú para hablar cara a cara con Vladimir Putin y pedir el fin de la guerra.
“A Kiev por ahora no voy. Antes debo ir a Moscú, encontrar a Putin”, señaló el Sumo Pontífice en una entrevista con el Corriere della Sera. El Papa señaló que “después de 20 días de iniciada la guerra, pedí que se haga llegar el mensaje a Putin de que estoy dispuesto a ir a Moscú”, marcó, porque “era necesario que el líder ruso concediera alguna ventana”.
“No hemos tenido hasta ahora respuestas y estamos insistiendo. Putin no puede y no quiere hacer este encuentro en este momento”, dijo, y agregó: “Incluso yo soy solo un sacerdote. ¿Qué puedo hacer? Hago lo que puedo. Si Putin abriera la puerta...”.
Finalmente, aseguró que “ahora ya no es solo el Dombás, es Crimea, es Odesa, es sacarle a Ucrania el puerto del mar Negro”, y señaló: “Yo soy pesimista, pero debemos hacer lo posible para que la guerra se termine”.
Por su parte, el presidente de la Federación Rusa se expresó sobre los pedidos que caen sobre él y dijo que “Occidente podría ayudar a poner fin a las atrocidades ejerciendo una influencia apropiada sobre las autoridades de Kiev y dejando también de suministrar armas a Ucrania”.