Rusia y Ucrania cruzan acusaciones por el incendio en la central nuclear de Zaporiyia

El Ministerio de Defensa de Rusia denunció que fue Ucrania quien provocó el incendio en la planta. La versión ucraniana, en cambio, señala que proyectiles rusos que impactaron en las instalaciones.

Anoche, un incendio en la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, alarmó al mundo ante el temor de una nueva catástrofe atómica. Este viernes, las autoridades rusas señalaron que la central ya opera "con normalidad", mientras continúan las acusaciones cruzadas.

"El personal de la central nuclear de Zaporiyia continúa trabajando con normalidad, mantiene las instalaciones de la planta y supervisa la situación radiactiva. El fondo radiactivo en la zona de la central es normal", dijo este mediodía el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Igor Konashenkov, según informó la agencia de noticias rusa Sputnik.

El vocero también denunció que que Ucrania provocó anoche un incendio en la zona de la planta.

"El jueves por la noche, en el territorio adyacente a la central nuclear de Zaporiyia, el régimen de Kiev intentó realizar una monstruosa provocación", aseguró.

Konashenkov recordó que el 28 de febrero los militares rusos tomaron bajo control la ciudad de Energodar, la central nuclear de Zaporiyia y la zona adyacente, y que las tropas ucranianas abandonaron la región antes de la llegada de los soldados rusos.

La versión ucraniana, en cambio, señala que proyectiles rusos que impactaron en las instalaciones de la planta nuclear ubicada unos 150 kilómetros al norte de la península de Crimea, desataron el incendio en un edificio y un laboratorio que alertó a toda Europa.

Tras unas horas de alta preocupación, en las que el presidente ucraniano Volodimir Zelenski alertó de un posible desastre "diez veces más grande que Chernóbil", en referencia al catastrófico accidente nuclear de 1986 en ese país, los servicios de socorro pudieron extinguir las llamas, según las autoridades de Kiev.

Se trata, dijo Zelenski, de acciones rusas de "terror a un nivel sin precedentes".

El presidente estadounidense, Joe Biden, se comunicó de inmediato con su homólogo ucraniano, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, condenó la "irresponsabilidad" de Rusia.

El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, se ofreció para viajar a la planta de Chernóbil y negociar con Ucrania y Rusia garantías para la seguridad de las instalaciones nucleares ucranianas.

Según el ministro de Defensa ruso, el objetivo de "la provocación del régimen de Kiev en la instalación nuclear era acusar a Rusia de crear una fuente de contaminación radiactiva".

"Todo esto atestigua un plan criminal del régimen de Kiev o la pérdida total de control de Zelenski sobre las acciones de los grupos de sabotaje ucranianos con la participación de mercenarios extranjeros", indicó.

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