Sudán: militares y civiles firmaron acuerdo para salir de la crisis
El acuerdo, aplaudido por Estados Unidos y sus aliados, se produjo luego de múltiples intentos de sacar al país del bloqueo político.
Dirigentes militares y civiles de Sudán firmaron ayer un primer acuerdo para poner fin a la profunda crisis política que sacude al país desde el golpe de Estado del año pasado, pero fue recibido con cierto escepticismo por manifestantes.
Volker Perthes, el representante especial de la ONU, indicó que “la ceremonia de hoy es la culminación de los esfuerzos continuados de las partes sudanesas durante el último año, para encontrar una solución a la crisis política y restaurar el orden constitucional”.
El acuerdo, aplaudido por Estados Unidos y sus aliados, se produjo luego de múltiples intentos de sacar al país del bloqueo político desde que el general Abdel Fatah al Burhan les arrebató el poder a los dirigentes civiles, el 25 de octubre de 2021.
Ese golpe de Estado cortó una transición hacia un régimen civil, iniciada a raíz del derrocamiento por el Ejército del autocrático expresidente Omar Hasán al Bashir, en medio de una ola de protestas que puso fin a sus 30 años en el poder.
Y derivó en la destitución del primer ministro civil, Abdalla Hamdok, aunque las presiones internacionales generaron un acuerdo para restituirlo en el cargo un mes después, lo que provocó que perdiera apoyo entre las fuerzas opositoras y revolucionarias.
Sin embargo, en enero de 2022, Hamdok presentó su dimisión en protesta contra la represión de las movilizaciones y después de que las autoridades militares expulsaran del Ejecutivo a varias agrupaciones civiles con el argumento de que actuaban contra los intereses del Estado.
El gobierno de Hamdok era fruto de un acuerdo entre organizaciones civiles y políticas opositoras, por un lado, y una junta militar surgida en 2019 tras la destitución de Bashir.
Desde entonces, se realizaron manifestaciones contra el golpe casi todas las semanas, en medio de una profunda crisis económica y social, agravada por la violencia interétnica.
El acuerdo anunciado fue signado por el general Burhan, el comandante paramilitar Mohamed Hamdan Daglo y varios grupos civiles, como las Fuerzas por la Libertad y el Cambio (FFC, por sus siglas en inglés), que fueron expulsadas del poder por el golpe de Estado.
La firma tuvo lugar en presencia del representante especial de la ONU, Volker Perthes, y del de la Unión Africana, Mohamed Belaish.
Según un comunicado conjunto difundido por el Departamento de Estado norteamericano, Estados Unidos, el Reino Unido, Noruega, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, actores claves en Sudán, dieron su visto favorable al acuerdo.
El mismo prevé el nombramiento de un primer ministro que estará al frente del país durante un período de transición de dos años. Daglo insistió en el compromiso de los militares en abandonar la escena política, algo “esencial” para “construir un régimen democrático duradero”.