Tensión entre Serbia y Kosovo por un ultimátum del gobierno kosovar

Por la detención de un expolicía serbokosovar se realizaron barricada en forma de protesta, una manifestación que ha reactivado el conflicto en la región.

El presidente de Serbia, Aleksandar Vuvic, pidió la intervención de la OTAN y la Unión Europea (UE) luego de que el primer ministro de Kosovo, Abin Kurti, emplazara hasta esta noche a la población serbokosovar para que retirara barricadas que levantaron en protesta por la detención de un expolicía, en otro episodio que agravó la tensión por la larga crisis entre ambos países.

Kurti informó de ese ultimátum a Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, "a quienes ha avisado de que las llamadas estructuras de seguridad de Kosovo, ahora mismo en alerta máxima, tomarán todas las medidas para eliminar las barricadas en el norte", según fuentes oficiales citadas por el diario serbio Vecherne Novosti.

En reacción inmediata a esta declaración, Vucic convocó una reunión de emergencia de su Consejo de Seguridad Nacional para discutir a una reacción en el caso de una intervención de seguridad contra la población serbokosovar, según informa la televisión pública serbia RTS.

"Hoy es, sin duda, el día más difícil para mí desde que soy presidente de la República o primer ministro de Serbia, y probablemente me espera la noche más difícil", dijo Vucic tras la reunión de emergencia.

En este sentido, Vucic pidió a (la fuerza de la OTAN) KFOR y (la misión de la Unión Europea) EULEX que "garanticen" que las fuerzas de seguridad kosovares "no emprenderán medidas violentas" contra los manifestantes del norte de Kosovo, antes de llamar a la calma a la población para no inflamar todavía más la situación.

"Y si no nos lo garantizan, entonces todo nos quedará perfectamente claro", avisó antes de aplaudir a las fuerzas de seguridad ante su preparación en el caso de que la situación se agrave todavía más.

Vucic anunció ayer que pedirá a la OTAN el despliegue del Ejército y la Policía serbios en Kosovo en medio de este repunte de las tensiones; una solicitud, sin ningún tipo de precedente desde el final de la guerra en Kosovo hace ya más de 20 años.

Kosovo se independizó de manera unilateral de Serbia en 2008. Cerca de 100 países han reconocido su independencia, entre los que no está Argentina.

Por su parte, el presidente del partido serbokosovar Lista Serbia, Goran Rakic, también lanzó la voz de alerta de que Kurti enviará esta noche a unidades de la Policía y del servicio especial de seguridad de Kosovo para "perseguir al pueblo serbio" y "desencadenar una tormenta" sobre la población, informó la agencia de noticias Europa Press.

"Este es el momento en que la responsabilidad recae en KFOR y EULEX, para evitar el caos que está preparando Kurti", avisó Rakic, cuyo partido estuvo gobernando los cuatro municipios de mayoría serbia en el norte de Kosovo antes de anunciar en noviembre un boicot total con la dimisión de todos sus alcaldes y su retirada de elecciones locales previstas inicialmente para la semana que viene, ahora aplazadas a abril.

Las barricadas serbokosovares fueron levantadas en protesta contra la detención del expolicía serbokosovar Dejan Pantic, detenido por la Policía de Kosovo al regresar a su domicilio.

La familia de Pantic asegura que no tiene noticias desde su detención a principios de esta semana, según Kosovo, por agredir a las fuerzas de seguridad.

Pantic, como otros 600 agentes serbokosovares, renunció a su puesto dentro del boicot declarado por Lista Serbia, en el último episodio de un conflicto latente desde la independencia de Kosovo en 2008 y la llamada crisis de las matrículas sobre la potestad de la identificación de los vehículos entre Pristina y Belgrado.

Ante la última intensificación del conflicto, provocado por el ataque no identificado la última noche contra una patrulla de la EULEX con una granada de estruendo, que no dejó víctimas fatales, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, llamó a la calma y pidió el levantamiento de las barricadas.

En respuesta, la primera ministra serbia, Ana Brnabic, respondió que estos obstáculos "están allí no solo porque sus derechos humanos básicos (de los serbokosovares) están amenazados, sino también para proteger el Acuerdo de Bruselas que ustedes firmaron y cuya implementación debería garantizar la UE".

Según ella, las barricadas son un "llamado a la paz y, también, ¡un llamado a la acción de la comunidad internacional para que comience a hacer su trabajo!", dijo en un mensaje en su cuenta de Twitter.

Vucic defendió la idea de que Serbia tiene el derecho a realizar el pedido de intervención de la OTAN y criticó el margen de maniobra del que están disfrutando las autoridades kosovares, quienes declararon su intención de solicitar este mismo mes su solicitud para unirse a la Unión Europea.

De confirmarse la petición, sería la primera vez que Belgrado solicita ese despliegue en Kosovo, según las disposiciones de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que puso fin a una guerra de 1998-1999, en la que la OTAN acabó intercediendo para proteger a Kosovo, de mayoría albanesa.

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